Adolescentes

Los adolescentes siempre tienen que enfrentarse a los cambios hormonales que les generan angustia, tanto por el hecho de que no pueden controlarlos, como por los miedos y fantasías que acompañan a los cambios físicos y a la necesidad de separarse de los padres. Los adolescentes no se sienten niños ni adultos y esto los hace sentirse en un espacio como  de Limbo. Conforme crecen y maduran, sus respuestas impulsivas se van modulando, sus angustias disminuyen y se va consolidando su identidad sexual genérica de manera adecuada.

Pero cuando las cosas no marchan bien y se sienten muy angustiados, los síntomas psicosomáticos como la neurodermatitis, el acné, la colitis, la gastritis o las migrañas; el aislamiento social; la tendencia a refugiarse en el alcohol y/o las drogas, las fallas de auto percepción corporal que los lleva a caer en los trastornos de alimentación como la anorexia, la bulimia o la obesidad mórbida, junto con pensamientos de inadecuación y de baja autoestima, problemas con la agresividad y el control de sus impulsos, los orilla a tener problemas graves para adaptarse a su entorno escolar y familiar, con el consecuente desgaste emocional de la familia y de ellos mismos.

Sus angustias sexuales los llevan a aislarse de la familia o a buscar malas compañías, a sufrir de trastornos del sueño y a comportarse de manera muy irascible. Los conflictos amorosos son otra de las razones por las que algunos adolescentes requieren de una ayuda psicoterapéutica.