EL SEXO DURANTE EL EMBARAZO
A menos que un ginecólogo lo señale, no existe ninguna razón válida para que una mujer embarazada deje de tener relaciones sexuales con su pareja, durante prácticamente todo ese periodo. Es más, debería estar indicado el que mantenga relaciones sexuales como medida profiláctica de salud mental y física, pues hacer el amor fortalecerá los lazos entre la pareja en este periodo tan importante de su vida.
En los primeros meses de gestación, la mujer sufre cambios importantes en su cuerpo y los primeros ocurren en el tamaño, peso y sensibilidad de sus pechos y pezones, los segundos se dan en sus genitales que al hincharse de sangre y no retornar fácilmente a su tamaño y forma original producen una mayor excitación en la mujer, la cual necesita desahogar para no estar tensa.
En la mayoría de las mujeres, el deseo sexual se incrementa con el embarazo, pero los prejuicios sexuales les impiden expresarselo a su pareja, con lo cual se limita en la satisfacción sana de su sexualidad. Es normal que las mujeres embarazadas deseen tener sexo en este periodo y no deberían sentirse avergonzadas porque su libido se ve incrementada. De hecho podrán tener sexo hasta el octavo mes de embarazo sin ningún peligro para ellas o para su bebe.
Los esposos de las señoras embarazadas suelen dejar de buscarlas sexualmente al ver que su vientre se abulta por los miedos que la ignorancia y los prejuicios les generan. Algunos hombres temen causarle cierto daño al producto, pero lo que ignoran es que el pene no puede llegar al útero, que es donde anida el futuro bebe. En otros casos, los temores son más inconscientes y llegan a temer a su mujer porque su estado físico les recuerda a su propia madre y creen que si tienen sexo con su pareja es como si lo tuvieran con su madre, lo cual les angustia mucho, razón por la que prefieren evitar el contacto sexual con su pareja. Otros creen que el embarazo es un estado de santidad y no se atreven a tener sexo con su mujer porque la sexualidad la asocian con algo malo y sucio, por lo cual tampoco aceptan que ellas manifiesten sus deseos sexuales, so pena de considerarlas unas libertinas.
Para otros hombres una mujer en gestación no les resulta excitante, no tanto por su figura en sí, sino por sus temores e ignorancia acerca del cuerpo de la mujer. En otras ocasiones, el hombre se resiste a tener contacto sexual con su pareja porque cree que su preciado pene puede resultar dañado.
Las mujeres embarazadas suelen llegar a experimentar orgasmos por primera vez en su vida en este periodo debido a la inflamación que sufren sus genitales, lo cual resulta muy placentero para ellas. Otras suelen tener orgasmos menos intensos por las mismas razones. Unas más suelen experimentar orgasmos múltiples por primera vez en su vida. Todas pueden gozar de la sexualidad si se deshacen de sus miedos, prejuicios e ignorancia sobre la sexualidad y sobre todo si tienen parejas comprensivas y amorosas que las amen por sí mismas y por su embarazo.
En casos extremos en los que el ginecólogo ha limitado la actividad sexual porque exista algún peligro para la madre o el bebé, queda la opción de la masturbación mutua como una forma sana de darle salida a la necesidad sexual, que por ninguna razón debería cancelarse durante el embarazo.
Es portante que se tengan ciertos cuidados en las posiciones que se empleen y que ante el menor sangrado vaginal se consulte al ginecólogo para que haga la revisión correspondiente.
La sexóloga Anne Hooper recomienda a los futuros papás lo siguiente para las relaciones sexuales durante el embarazo:
Sea tierno, romántico paciente y comprensivo.
Use distintos tipos de caricias al hacer el amor.
Mantenga su peso fuera del abdomen y los pechos de la mujer al hacer el amor.
No tenga prisas para hacer el amor durante el embarazo, y no tema experimentar.
Utilice muchas almohadas para una mayor comodidad y para mantener ángulos rectos alrededor de las curvas del cuerpo de su compañera.
No espere que ella sea capaz de concentrarse en el coito si el niño se mueve mucho.
No piense que algo anda mal si su compañera no tiene siempre un orgasmo.
No espere, ni trate de provocar orgasmos simultáneos.
No inserte nada en la vagina, salvo el pene o los dedos. No sople aire en el interior de la misma.
Durante el embarazo la vida sexual de la pareja puede y debe seguirse enriqueciendo.
Para saber más: Guía del sexo de Anne Hooper. CD de Zeta Multimedia.
La sexualidad femenina de Francoise Dolto, Paidós.