¿POR QUÉ SE EMBARAZAN LAS ADOLESCENTES?
Es sorprendente que en pleno siglo XXI se sigan embarazando, sin planearlo, muchas chicas adolescentes, menores de los 18 años. Todo debido a los grandes tabúes que siguen existiendo en la sociedad, a pesar del gran desarrollo que ha tenido el estudio de la sexualidad, pues continúan predominando la desinformación, la angustia y el miedo para hablar clara y concisamente sobre el tema.
Recientemente un niño de 11 años que cursa el 6 año en una escuela particular de cierto prestigio, refería que en su salón no les dieron los libros de ciencias naturales, que solo su maestra tenía uno pero no se los prestaba; todo para que no tuvieran acceso a la información sobre reproducción que allí aparece.
En las secundarias, en las preparatorias, supuestamente progresistas y en las universidades no se habla explícita y abiertamente de la sexualidad humana. A lo más que se llega es a hablar de la reproducción biológica, descontextualizada de la sexualidad, la sensualidad, el erotismo y el placer.
No son pocos los estudiantes universitarios que desconocen cosas básicas de su sexualidad y de las del sexo opuesto, razón por la que cuando se enfrentan con sus deseos y su erotismo a flor de piel, no saben qué hacer para evitar un embarazo, cuando han decidido tener relaciones sexuales con su pareja.
Muchas adolescentes resultan embarazadas en su primera y única relación sexual, que por lo regular no es satisfactoria, porque la tienen con angustia y con ignorancia de lo que podrían hacer para gozar más y temer menos, sin resultar embarazadas.
Hoy en día existen muchos medios de comunicación que hablan sobre la sexualidad, pero en los hogares sigue siendo un tabú hablar del tema. Es curioso que muchos padres se nieguen, por miedo e ignorancia, a hablar con sus hijos varones de los vericuetos de la sexualidad, con el argumento de que a ellos nadie les dijo nada, solo que no reconocen que por eso mismo están como están en su empobrecida vida sexual. Muchos padres delegan en su pareja la responsabilidad de hablar con los hijos del tema y muchas de ellas no lo pueden hacer por la pena y vergüenza que sienten de tocar el punto con sus hijos, razón por la que lo evitan y los dejan en las tinieblas y a merced del poco o regular conocimiento que puedan adquirir por sí mismos, privándose de la excelente experiencia de abrirles los ojos al maravilloso mundo de la sexualidad, el erotismo y el placer responsables.
El no educar dentro del hogar en la sexualidad, propicia que las adolescentes inicien su vida sexual a una edad más temprana que cuando han recibido una adecuada y sana educación al respecto, así pues, para disminuir los índices de embarazos indeseados en las adolescentes, sería recomendable que los padres reflexionaran acerca de sus prejuiciosas actitudes sobre la sexualidad, rompieran con sus tabúes y adquirieran el valor de prepararse para hablar con sus hijos e hijas de las maravillas de la sexualidad y el ejercicio de la misma con responsabilidad y conciencia de las consecuencias.