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Parejas

Dr Perez Mora > Blog > Parejas
Mar31
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EL FETICHISMO SEXUAL.

By Marco Antonio Perez Mora - Parejas,Psicoterapia,sexualidad

 

fetichismo

 

 

El fetichismo  está considerado dentro de las desviaciones sexuales porque el sujeto fetichista obtiene placer a través del objeto fetiche y no en la relación completa con la persona con quien se relaciona. El término proviene del empleo que hacían los pueblos primitivos de objetos a los que les conferían cualidades mágicas, llegando a creer que su posesión los protegería de algún mal en especial.

Pero ¿por qué algunas personas se inclinan por el fetichismo como medio de descarga de su sexualidad? ¿Qué hay detrás del fetichismo? ¿Es solo una elección diferente sin mayores consecuencias? O ¿es producto de algún trastorno emocional y de la vida sexual?

En algunos casos el fetichista se excita y llega  la descarga orgásmica en ausencia de la persona, solo basta que posea un objeto usado por la persona deseada para lograr su objetivo. Puede ser una prenda íntima, un zapato, unas medias, un mechón de pelo, etc. Es por esta razón que sus relaciones son pobres y no se interesa por las personas con las que comparte su limitada sexualidad.

Sin embargo, dentro de las relaciones sexuales de algunas personas «normales», el fetichismo suele jugar un papel importante, como es el caso del marido que se excita más fácilmente si su mujer usa un determinado tipo de ropa íntima o algún otro objeto en especial, o si se perfuma con ciertas fragancias, aunque en estos casos el objeto fetiche es solo un auxiliar en las relaciones y no suple a la persona de su pareja sexual.

Dentro del problema del fetichista lo esencial es que no se preocupa por la persona con la que esta, sino solo por obtener su satisfacción personal, la cual no es tan completa como la de quienes no padecen este tipo de desviación sexual, pues la entrega sexual es más completa en éstos últimos, pues toman en cuenta  a toda la persona y no solo una parte del cuerpo de ésta.

El fetichista sufre de angustia frente a los genitales de su pareja y es por eso que necesita centrar su atención en un objeto diferente para poder permitirse la excitación sexual y lograr una descarga erótica. Teme darse cuenta  de que la mujer no posee un pene, ya que en su niñez creyó que las mujeres lo tenían,  y al descubrir que no es así, cayó en una angustia de castración terrible que lo llevo a preferir la presencia del objeto fetiche y no a la persona de carne y hueso, para alcanzar la excitación sexual.

Los objetos del fetichista sexual generalmente tienen alguna relación con los genitales masculinos: trenzas, pelo, zapatos, medias, botas, que por su forma, color u olor se asocian con los genitales, de tal forma que al estar frente al objeto fetiche inconscientemente hace una negación de la realidad y puede tener la anhelada excitación sexual.

Este tipo de desviación se presenta por lo general entre los varones y suele aparecer en la adolescencia. En la medida en que no afecta a terceros solo genera una experiencia empobrecida de la vida sexual del fetichista. Cuando comparte con su pareja su problema, ésta suele tener sentimientos de que lo menos importante es ella, pues si no está presente el objeto fetiche, el sujeto no logra excitarse, por más que diga querer a la persona que lo acompaña.

En tanto que limita la calidad de vida sexual, el fetichismo es un trastorno de la misma y como tal debe atenderse. Sin embargo, la mayoría de las personas que padecen de alguna desviación sexual raramente solicitan ayuda psicoterapéutica para resolver la misma, pues están acostumbradas a desahogar su necesidad sexual con sus objetos fetiches, aunque dicha satisfacción sea incompleta. Los fetichistas prefieren la seguridad del objeto fetiche, que nos les pide nada, que la presencia de una persona que demanda ser tomada en cuenta.

El trastorno tiene su origen en la infancia y está asociado a la conducta infantil de poseer un osito de peluche, una cobijita o algún otro objeto que necesitan para irse a dormir sin angustia y que de alguna manera suple la figura de la madre, pero no todos los que usan este tipo de objetos en la infancia se transforman en fetichistas. Solo lo harán aquellos que no hayan sabido resolver adecuadamente su angustia ante el conocimiento de las diferencias sexuales entre niños y niñas y que se hayan quedado fijados en una experiencia de angustia de castración, esto es, que hayan temido perder sus genitales masculinos y convertirse en mujer.

Cuando llegan a la adolescencia y la vida adulta, el fetiche les servirá como tranquilizante de sus miedos infantiles.

Cuando un fetichista solicita ayuda psicoterapéutica lo hace, casi siempre, presionado por la inconformidad de su pareja sexual o porque se ha cansado de tener descargas sexuales incompletas e insatisfactorias y anhela poder amar a su pareja por sí misma y no por la presencia del objeto fetiche. En estos casos es cuando el psicoanalista puede hacer algo por el paciente que padece de fetichismo.

Es importante resaltar que un fetichista no es ningún degenerado, ni es una mala persona por esto. Son personas que no han tenido la posibilidad de tener una vida sexual más plena y satisfactoria y que a veces sufren por ello.

Para ayudar al fetichista:

No debe rechazarlo por su problema.

Si es su pareja sugiérale que busque ayuda profesional, a menos que a usted no le afecte en su vida sexual.

No lo vea como si fuera un bicho raro.

Comprenda que es una más de las fallas que se dan en la vida sexual humana.

Pídale que reflexione acerca de lo satisfactorio que es compartir la sexualidad con otra persona y no con objetos inanimados como los fetiches.

Para saber más:

Socárides Charles. Las perversiones sexuales, Universidad de Guadalajara y Asociación Psicoanalítica Jalisciense.

Pérez F. Celia J. Antología de la sexualidad humana, tomo 3. Miguel Ángel Porrúa.

 

Mar17
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SEXUALMENTE AMOROSOS.

By Marco Antonio Perez Mora - Parejas,Psicoterapia,sexualidad

pareja enamorada

La sexualidad y el amor no siempre van de la mano, como sería el deseo de muchos, pues el impulso sexual suele imponerse sobre la razón y el sentimiento, por lo cual algunos pueden tener sexo con personas a las que recién han conocido, a las que no los une ningún tipo de lazo, salvo el imperioso deseo de la descarga pulsional, muchas veces contaminado con violencia. Es relativamente fácil tener sexo con cualquiera y de cualquier modo, lo que es más complicado en tenerlo con amor. Sin embargo, la mayoría de las personas reconoce que el sexo amoroso es más placentero, completo y satisfactorio que cuando esta ausente el vínculo afectivo.

Llegar a ser sexualmente amorosos implica un largo proceso de maduración, que conlleva el compromiso, la confianza, la responsabilidad, la reciprocidad, la intimidad, la entrega y el interés por la pareja. El placer propio se funda en el placer del otro. En cambio, en el sexo por el sexo, lo que prevalece es el placer personal, sin importar lo que sienta y piense el compañero (a).

Como todas las cosas buenas de esta vida, el sexo con amor es algo más complicado de alcanzar; sin embargo, la intensidad del goce sexual que se obtiene, desquita con creces el esfuerzo de hacer todo lo necesario para lograrlo. Una relación sexualmente apasionada suele darse durante el noviazgo, cuando ambos creen que se aman con locura, sin embargo el amor requiere de tiempo y madurez para florecer y no se debe confundir con este enamoramiento, pues el primero es producto del conocimiento, el compromiso, la confianza, la intimidad, la responsabilidad y la reciprocidad entre los amantes. Todo lo cual requiere que ambos sean personas que posean cierta madurez emocional y que tengan un equilibrio psicológico en el que se implica una fuerza yoica que refleje una buena auto estima, un control adecuado de los impulsos sexuales y agresivos, una confianza interna, lo que E. Erickson llamo la confianza básica y un interés genuino por el bienestar del otro.

Los jóvenes suelen confundir su apasionamiento, con el amor, debido a que la fuerza de sus emociones los lleva a una entrega y a una dependencia mutua tan fuertes, que están dispuestos a dejarlo todo por la compañía de la persona amada. Sin embargo, con el paso del tiempo se llegan a dar cuenta que su enamoramiento tiende a diluirse si no se abona y riega cotidianamente con el entendimiento, la comunicación, la comprensión y el compromiso. Claro que para que dos personas se puedan comprometer formalmente y decidan compartir su cuerpos, sus emociones, sus secretos, su espacio, su tiempo y su dinero, es necesarios que exista cierta pasión inicial, que les ayude a tomar la decisión de romper con la familia, con los amigos y con sus otras relaciones. Pero es necesario que experimenten juntos diferentes situaciones para poder enamorarse realmente. En primer lugar necesitan conocerse tal como son, para lo cual requieren dejar la idealización inicial y compartir sus pensamientos y fantasías más íntimos, así como sus anhelos, frustraciones y enojos.

La intimidad requiere de tiempo y de privacía juntos y según el sexólogo L McCary ésta se forma con los siguientes componentes: selección, reciprocidad, confiabilidad, mutualidad y gozo. Para lograr una buena intimidad y en consecuencia un buen sexo amoroso, es necesario que ambos se hayan elegido libremente, lo cual vuelve mutua la selección, pues ambos han decidido compartir sus vidas. Esto aumenta la confiabilidad entre ellos y no necesitan estarse justificando, disculpándose ni defendiéndose constantemente. Al confiar y comprenderse mutuamente, se desarrolla la reciprocidad y esto incrementa el deseo de compartir sentimientos y experiencias cada vez más profundas en la confianza de que no serán juzgados por el partenaire. Al desarrollarse y fortalecerse la intimidad, ambos crecen en seguridad personal y florece un sentimiento de aceptación que los lleva a un goce mayor en el intercambio sexual, facilitando una espiral dialéctica amorosa de disfrute sexualmente compartida.

Sentirse sexualmente amoroso provoca una sensación de plenitud y de realización personal, que genera una mayor fuerza del ego que permite una mejor flexibilidad y con menores demandas de tener otras relaciones interpersonales. Los amantes de este tipo son más capaces de reírse de todo y hasta de sí mismos y no necesitan justificarse ni aparentar todo el tiempo, pues no temen el rechazo del otro. Son capaces de manifestarse la ira y los enojos de manera adecuada para poder resolverlos, sin dejar heridas graves en la relación. Saben escoger el momento y las palabras adecuados para expresar aquello que les incomoda y sobre todo saben escuchar activamente al otro, retroalimentándolo, clarificando y confirmándolo en lo que manifiesta.

Cuando se esta sexualmente enamorado (a), se respeta, se admira y se quiere al otro tal como es y se le ayuda en su crecimiento personal, participando de sus anhelos, sueños y logros. En lo sexual se preocupan uno por el otro en satisfacer los gustos y necesidades, por raros, simples o diferentes que parezcan. Si al otro le gusta, entonces hay interés en agradarlo, siempre y cuando no se dañe a terceros. El saber que el otro (a) se siente complacido con lo que se le ofrece, es motivo suficiente de placer y de disfrute personal: “me encanta verte disfrutar con lo que hacemos”. Y el otro dirá algo semejante “me fascina que te guste complacerme, porque eso me hace quererte más y desear complacerte en lo que a ti te gusta”.

El psicoanalista Harry Stack Sullivan afirmo que “el amor existe cuando la satisfacción de la seguridad de la otra persona se vuelve tan significativa para uno como la propia satisfacción o seguridad”. Es por ello que el estar sexualmente enamorados conlleva el interés por la complacencia mutua.

Mar2
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EL MITO DE LA VIRGINIDAD.

By Marco Antonio Perez Mora - Parejas,sexualidad

MUJER

La exigencia de algunos hombres de que la mujer que aman sea virgen antes de su primera relación sexual obedece a la necesidad de establecer un control sobre ella a través del sometimiento, entendido sobre la base de considerarse el primer hombre que penetra en el territorio vaginal y virginal de su «amada».

Para algunos hombres, si no hay sangre en la primer relación sexual, es una frustración que deja insatisfecha su sed de sometimiento a la mujer, a la cual se le vive como amenazante y para contrarrestar dicha angustia se le necesita ver herida y lastimada en sus genitales. Si ésta sangra, es señal de que se le ha dominado, por haberla lastimado, si se le ha lastimado es que uno es más fuerte que ella y eso reasegura al hombre inseguro de sí mismo por la angustia de castración que se despierta frente a los genitales femeninos; estos hombres necesitan reconfirmarse en su masculinidad, viendo sangrar los genitales femeninos y no los suyos. En realidad los hombres que privilegian a la virginidad por encima de la mujer, sólo demuestran su miedo e inseguridad sobre su propia masculinidad, la cual no esta exenta de temores sobre su identidad sexual.

En la edad media, los señores feudales tomaban posesión de las mujeres en su primer noche de bodas para señalar su poderío sobre sus súbditos, la famosa primae noctis, o primera noche, que generaba mucho rencor por parte de la mujer así violentada en su intimidad y que los varones se veían sometidos a permitir so pena de castigos severos y a veces hasta la muerte.

En ciertas culturas antiguas y algunas actuales pero primitivas, se le teme a la mujer virgen y se busca que sea otro el que la desflore antes del matrimonio, para así quedar libre del supuesto enojo que despierta la desfloración femenina.

En la cultura occidental se ha concedido demasiada importancia al factor de la virginidad por la influencia de la iglesia católica que pone como modelo de mujer a la virgen María y también como una manera de poder garantizar la paternidad de los hijos. Sin embargo, hoy en día, con los avances en el control de la natalidad y la mayor libertad de la mujer para establecer relaciones sexuales, la virginidad ya no es tan relevante como antes, sobre todo entre los hombres que poseen cierto grado de cultura y preparación académica, pues se valora más a la mujer en sí misma que a su himen, aunque en las culturas conservadoras y sometedoras persiste la idea de que la mujer sólo vale si llega virgen al matrimonio. Es por ello que muchos padres ponen el grito en el cielo si se enteran de que su hija ha tenido relaciones sexuales antes de casarse y no son pocas las madres que las humillan y rechazan por haberse permitido gozar sexualmente, perdiendo su «tesorito» fuera del matrimonio, obligándolas a casarse aunque éstas no estén totalmente enamoradas de su pareja.

Lo que muchas personas desconocen es que la virginidad suele perderse por muchas razones diferentes a la de tener relaciones sexuales, tales como andar en bicicleta, patinar, caerse, subir arboles, etc. y esto puede suceder desde la infancia, por lo que la mujer no necesariamente tiene que sangrar en su primer coito. Por otra parte, existen hímenes tan elásticos que solo se llegan a romper en el momento del parto o en un examen ginecológico, pero no en una relación sexual, por lo que se puede cometer el error de culpar a la mujer de no ser virgen, cuando ésta puede llegar a su primer parto con dicho tejido entero.

Ante el mito de la virginidad, algunas llegan a derramar líquidos rojos sobre las sabanas, como agua de jamaica o catsup,  y a expresar dolor en la primer noche aunque realmente no lo sientan, con el fin de hacer creer a su pareja que eran vírgenes y así no correr el riesgo de ser rechazadas, pero esto las priva de gozar realmente de su primer relación sexual con la pareja que aman.

El mito de la virginidad es uno de tantos que existen en materia de sexualidad y que deberían desaparecer del planeta para beneficio de ambos sexos, para ello es necesario que:

No se les eduque, tanto a hombres como a las mujeres, en la creencia de que la virginidad es más importante que la mujer.

Se le haga sentir a la mujer que ella vale por lo que es y no por un pequeño tejido en sus genitales, que puede romperse fácilmente.

No se les haga creer ni sentir que la sexualidad es mala y pecaminosa.

Educarlos con el ejemplo y trasmitirles la idea de que la sexualidad es algo bueno y placentero, que debe vivirse con responsabilidad y en su momento.

Propicie que confíen en usted para hablar del sexo y acláreles sus dudas lo mejor que pueda.

Incúlqueles el valor de la responsabilidad, para que sean capaces de amar con responsabilidad y no con culpa ni angustia.

Si le interesa saber más:

La sexualidad femenina de Francoise Dolto. Edit. Paidós.

Sexualidad normal y patológica en la mujer, de W. Eicher, edit. Morata.

Feb27
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HABLEMOS DE LA SEXUALIDAD.

By Marco Antonio Perez Mora - Parejas,sexualidad

 amor-tierno-amor

Hace más de cien años que Sigmund Freud, uno de los grandes genios del siglo XX y creador del Psicoanálisis, se dio cuenta que sus pacientes histéricas y neuróticas sufrían por la represión de sus deseos y fantasías sexuales y se atrevió a decirlo a la comunidad científica de su época, recibiendo un manifiesto y rotundo rechazo a sus tesis sobre la importancia de la vida sexual en la génesis de la salud mental o de la enfermedad. Médicos, neurólogos y psiquiatras por igual, lo rechazaron y le cerraron las puertas, acusándolo de degenerado y de estar equivocado en sus apreciaciones.

Por fortuna para la humanidad, Freud no se amedrento ante este rechazo y continuo investigando y tratando a sus pacientes con el método que con el tiempo sería lo que hoy es el psicoanálisis, escribiendo, publicando y enseñando a quien quisiera aprender, sus descubrimientos sobre la naturaleza psicológica y sexual del ser humano.

Después de él vinieron otros investigadores, como Havelock Ellis, los esposos Masters y Johnson, Helen S Kaplan y muchos más que han contribuido a fortalecer la disciplina de la sexualidad, al grado que hoy en día se imparte ésta como una especialidad y quien la toma se gradúa como sexólogo.

A pesar de todos los desarrollos en la materia, de las miles de publicaciones, programas de televisión, de radio y de películas, siguen prevaleciendo múltiples prejuicios y errores en la concepción de la sexualidad humana, con los consecuentes daños para la salud y la estabilidad psicológica individual, conyugal y familiar de millones de personas en todo el mundo.

Hablar de uno mismo no es fácil y hablar de la sexualidad de uno lo es menos. Hablar de la sexualidad humana es hablar de los afectos, las emociones, los sentimientos amorosos, del placer, del miedo, de la agresión, de la salud mental y de la locura, además de la biología de la reproducción y del funcionamiento normal y anormal de los aparatos genitales femeninos y masculinos. La sexualidad humana es mucho más que la relación genital, por eso ha sido tan difícil, que a pesar de los buenos intentos gubernamentales por la enseñanza de la sexualidad en las primarias y en las secundarias, se erradiquen los malos entendidos, que predominen los prejuicios y que sigan habiendo muchos universitarios que desconocen cosas fundamentales del funcionamiento de su cuerpo y de sus emociones ligadas a su sexualidad.

En la escuela y a través de los medios de comunicación se brinda información sexual, pero la educación sexual se adquiere en el hogar y son los padres los principales educadores, formadores o deformadores de la sexualidad de sus hijos. Es a través de la manera en cómo ven los hijos la relación afectiva entre sus padres, que aprenden a relacionarse con los demás. ¿Papá es capaz de darle un beso amoroso a mamá frente a los hijos? ¿Mamá es cariñosa con papá? ¿Los padres son cariñosos con sus hijos y no temen las manifestaciones afectuosas de contacto físico como los abrazos y los besos cariñosos? o ¿Los padres o alguno de ellos se refugia en la relación con sus hijos esperando de éste o éstos la satisfacción de sus necesidades sexuales que su pareja es incapaz de satisfacer? ¿Los niños duermen en la misma cama o habitación de los padres después de los seis meses de edad? ¿Los padres se angustian frente a la masturbación de sus hijos pequeños o adolescentes? ¿Son capaces de hablar con sus hijos acerca de la menstruación, las relaciones sexuales, el embarazo, los anticonceptivos, la homosexualidad, el aborto, y muchos otros temas que están a la orden del día en los medios de comunicación? o ¿Se hacen los sordos y creen que sus angelitos no saben de esas «cosas feas de la vida»? ¿Hablan con sus hijos de la importancia del placer sexual? o ¿Solo señalan lo malo y feo de la sexualidad, enviando mensajes de que es algo sucio y pecaminoso?

La educación sexual de los hijos inicia desde el momento que se los desea; ¿queremos un niño o una niña? ¿Al nacer lo queremos con su sexo biológico natural o hubiéramos querido que fuera diferente? ¿Aceptamos nuestra propia sexualidad? o ¿Tenemos conflicto con la misma?

Es necesario reconocer la existencia de la sexualidad infantil como un hecho natural en la vida del ser humano, así como comprender la sexualidad de los adolescentes y quitarse de los ojos las vendas que nos impiden ver lo maravillosamente placentera que es la sexualidad de uno como persona.

Los mitos, los prejuicios, los errores, las desviaciones y las disfunciones sexuales, así como las enfermedades venéreas, deben ser parte de la educación sexual, en base a información objetiva y científicamente comprobada.

 Si uno esta más satisfecho con la vida sexual de sí mismo, podrá ayudar a que el Otro, su pareja sexual, se sienta mejor y si cada uno contribuye con un poquito, los lazos afectivos y sexuales se fortalecerán Uno a Uno, para llegar a vivir con mayor plenitud la vida sexual de Uno en compañía del Otro y en beneficio de los demás.

Feb17
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LAS RESISTENCIAS AL CUIDADO SEXUAL.

By Marco Antonio Perez Mora - Parejas,sexualidad

ADOLESCENTES

A pesar de que la epidemia mundial del SIDA reinstalo la importancia del cuidado en la salud sexual y el énfasis en el uso del preservativo como el medio más adecuado para prevenir ésta y otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), las estadísticas mundiales alarman sobre el crecimiento de los contagiados por el VIH y por el alto número de embarazos no deseados y de madres solteras, que reflejan una fuerte resistencia de ambos sexos para cuidarse en sus relaciones sexuales.

Si bien es cierto que una medida infalible para evitar los embarazos y las ETS son la abstinencia total o la masturbación en solitario, la realidad es que los jóvenes, por su misma naturaleza impulsiva, suelen tener relaciones sexuales sin el debido cuidado que conlleva el adecuado uso de los preservativos. No se puede apostar por la abstinencia sexual como medida de control. Se debe educar a los niños y jóvenes, e inclusive a los adultos, en el correcto uso del preservativo como medida de cuidado sexual, sobre todo cuando no se está preparado para hacer frente a los compromisos que implica una relación formal y particularmente a la paternidad y la maternidad. Otra opción es desmitificar y desprejuiciar a la población sobre la práctica del auto erotismo, para que ésta se realice sin culpas ni angustias.

Actualmente se pueden adquirir los preservativos en cualquier lugar y a un costo accesible, la cuestión es que muchos adolescentes se niegan a emplearlos, argumentando que le quita romanticismo a la relación, que disminuye la sensibilidad del glande o que enfría el momento apasionado; a otros simplemente se les olvida o no les importa cuidarse y proteger a su pareja, lo cual refleja su irresponsabilidad consigo mismos y con su partenaire.

Si cada vez son más las escuelas que incluyen en sus programas de enseñanza la información sexual sobre los beneficios del uso del condón y los medios de comunicación alertan sobre la pandemia del SIDA, ¿por qué muchos adolescentes y adultos continúan negándose a protegerse en sus relaciones sexuales? La respuesta no es sencilla, pues las variables que intervienen para decidir tener sexo son muchas. Entre éstas se encuentra el hecho de que un alto porcentaje lo hace bajo los efectos del alcohol, estando en una fiesta o al salir de ésta, en un momento de apasionamiento, en el que se obnubila la razón y el pensamiento y en el que muchos (as) se guían por el principio del placer y por el pensamiento mágico, que les lleva a creer que a ellos no les pasara lo que a los demás.

Diversos países han realizado múltiples campañas sobre profilaxis sexual y parece ser que los resultados aún no son los esperados; sin embargo, deben multiplicarse los esfuerzos y tratar de encontrar las mejores maneras de sensibilizar y concientizar a hombres y mujeres por igual, sobre su cuidado sexual, sin mensajes persecutorios, ni falsas moralinas culpígenas, que lo único que logran es que los jóvenes se alejen de los adultos que se los dicen. Estos programas deberían ser dinámicos, mediante el uso de talleres vivenciales y grupos de discusión de casos reales, para propiciar la reflexionar sobre lo vital de saberse cuidar sexualmente, tanto para evitar las ETS, como los embarazos no deseados.

Es menester reconocer que los impulsos sexuales son, han sido y serán siempre mucho más fuertes que la razón. Sin embargo, si se les logra hacer comprender que cuando decidan tener relaciones sexuales, por su bien y por el de su pareja, es conveniente cuidarse de las ETS y del embarazo no deseado, empleando adecuadamente los preservativos, es más probable que lo tomen en cuenta, en lugar de rebelarse sin causa frente a lo que los adultos les representan y sin que recurran a la negación de creer que a ellos no les pasará.

Si a los adolescentes se les habla con razón y con afecto, sobre la importancia de la sexualidad y en lugar de prohibirles las relaciones sexuales, amenazarlos con castigos divinos y terroríficos o condenarlos por tener sexo antes del matrimonio, se les escucha, se les orienta y se les convence de las bondades del cuidado de sus salud sexual y del empleo de los preservativos, cuando decidan tener sexo, aumentaran las probabilidades de que asuman una mayor responsabilidad personal y con su pareja, disminuyendo las estadísticas de ETS y del SIDA. Para lograr estos objetivos se requiere que sus padres, los maestros, los líderes de opinión o el gobierno, sean capaces de acercarse a ellos para conocerlos, comprenderlos y orientarlos, en lugar de acusarlos y rechazarlos por su conducta sexual.

Pero no se debe creer que solo los adolescentes tienen estas conductas de descuido sexual. También muchos adultos, sobre todo quienes son promiscuos o impulsivos, tienden a dejar de lado las medidas profilácticas y sufren las consecuencias de sus descuidos y del inadecuado manejo de sus impulsos, pues se dejan llevar por la pasión del momento y su razón se ausenta de la alcoba, de la fiesta o del auto, según sea el caso. Algunas de estas personas suelen tener las relaciones sexuales sin cuidados, porque lo hacen bajo el influjo de la agresión, pues en su infancia y adolescencia experimentaron de manera agresiva y hasta violenta, sus primeros acercamientos sexuales. Inclusive algunos llegan a pensar que en el acto sexual deben causar algún daño y por eso no se cuidan. Son un riesgo social.

Debido a la poca o mala educación sexual, algunas personas no son capaces de hablar abiertamente de la importancia del cuidado sexual, sobre todo las mujeres, y creen que pueden lastimar el ego del otro (a) si le plantean el uso del condón. Estas inhibiciones las (los) exponen a los graves riesgos mencionados. En materia de cuidado sexual no debería escatimarse ningún intento y la pena, la vergüenza y cualquier otro obstáculo deberían hacerse a un lado para romper con las resistencias al cuidado de la salud sexual y así disfrutar plenamente del sexo placentero y seguro que pueda dejar un agradable sabor de boca y la sensación de haber actuado amorosamente con el cuidado mutuo.

Feb3
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DIÁLOGOS AMOROSOS.

By Marco Antonio Perez Mora - Parejas,sexualidad

mimitos-blanco-negro

El dialogo entre las parejas que se aman es un buen antídoto contra los malos entendidos y es la mejor manera de conocer las necesidades, deseos, anhelos y fantasías del compañero (a) sexual, con la intención de complacerlos. Sin embargo, la mala educación, la represión sexual y los prejuicios, impiden que la comunicación fluya adecuadamente, impidiendo el conocimiento del otro (a) y el disfrute de la relación amorosa. La mala comunicación es una de las causas principales de desavenencias conyugales, de ahí la importancia de aprender a dialogar amorosamente con la pareja y no temer expresar los deseos sexuales, para que el otro (a) los conozca y se interese en satisfacerlos.

El hablar de los deseos y las fantasías sexuales es una señal de confianza en el otro (a), ya que es la expresión de una parte muy íntima de cada persona. La confianza es básica en cualquier relación amorosa, pues con ella quien ama sabe que puede esperar reciprocidad de la persona amada. La confianza da la seguridad que se requiere para poderse entregar al otro sin miedos, sobre todo en el terreno de la sexualidad y para poder confiar en alguien es necesario conocerlo (a), pues de otra manera no es posible saber cómo reaccionara ante ciertas circunstancias. Para ello se requiere de un dialogo franco y abierto en el que ambos se sinceren y expresen su pensamientos y sentimientos sin prejuicios ni temores.

En el dialogo amoroso, la pareja sabe que puede confiar en el otro y que podrá expresar sus deseos sin temor a la crítica negativa o al rechazo, pues el amor que existe entre ambos les ayudará para comprender que cada uno es una persona diferente, con derechos a expresarse libremente y a ser comprendida y complacida en sus anhelos, fantasías y deseos sexuales, previo acuerdo mutuo, derivado de dicho dialogo amoroso. Una pareja con estas características es capaz de enriquecer su vida sexual mediante la libre expresión de sus deseos, confiando en que su partenaire los escuchara y comprenderá. El poder sentirse con la confianza de contarle a la pareja lo que se desea sexualmente es un parámetro de la fortaleza del vínculo amoroso que los une. En la medida en que la expresión de los deseos y fantasías sea mutua, el equilibrio emocional y sexual de la pareja será muy positivo y propiciará el crecimiento de ambos cónyuges.

Luís y Teresa son una pareja entrada en los cincuenta años, que han aprendido a expresarse sus deseos y fantasías con libertad y esto les ha ayudado a fortalecer su relación. Luís tiende a manifestarse más libremente que Teresa, pues siente que ella lo comprende y en ocasiones, después de expresarle sus deseos, estos disminuyen, solo por haberlos manifestado en la intimidad de su relación. Teresa, que ama a Luís, se ha interesado en complacer algunas de las  fantasías que éste le ha expresado, disfrutando ambos de estas experiencias. Han adquirido la costumbre de dialogar antes y después de sus relaciones sexuales para saber cómo se sintió cada uno. Hablan de lo que más les gusto, de  lo que les hubiera agradado y de aquello que les llego a incomodar, con el ánimo de mejorar sus relaciones sexuales. Luís se ha interesado en ayudarle a su pareja a expresar sus deseos, con la idea de poder satisfacérselos. Son una pareja que ha mejorado la calidad de su vida conyugal mediante el dialogo amoroso.

Debido  a las cuestiones culturales, es más sencillo que sea el varón quien se atreva a manifestar sus deseos sexuales y en ocasiones a exigir que se le cumplan; mientras que las mujeres aun sufren los efectos de siglos de represión a su sexualidad y aunque  estén muriéndose de ganas, la mayoría de las veces se reprimen y no lo dicen, pues temen el rechazo de su pareja, o ellas mismas se auto critican por considerar que tienen deseos prohibidos. También se presentan los casos en los que cuando ella se ha atrevido a manifestar alguno de sus deseos, su ignorante, temeroso y prepotente varón la cuestiona, critica o rechaza por atreverse a expresarlos, lo cual propicia que ella los vuelva a sepultar en el inconsciente. Con la información sexual y el cambio de actitudes, así como el acceso de las mujeres a las universidades y a mejores trabajos, éstas se han ido atreviendo a demandar la satisfacción de sus deseos en la relación con su pareja, lo cual ha influido para que los hombres se preparen mejor y se esfuercen en su afán de complacerlas.

El dialogo amoroso implica que ambos se interesen por conocer el funcionamiento de su propio cuerpo y el de su pareja, sus emociones y reacciones frente a los estímulos, para saber y poder brindar mejores caricias y estimulaciones que incrementen el placer sexual de ambos. El dialogo amoroso también conlleva la capacidad de poder expresar lo que se siente al escuchar los deseos del otro (a). Si existe la confianza necesaria y los deseos del partenaire provocan escozor, miedo, temor o excitación fuera de control, es importante y necesario poder expresarlo, para que se dé el dialogo y ambos puedan llegar a acuerdos que beneficien la relación. Si la pareja ha tenido la costumbre de hablar de lo que piensa y siente, será más fácil entablar el dialogo amoroso como el que aquí se describe. Si la pareja no lo ha hecho, es conveniente empezar lentamente, tanteando el terreno de tal manera que quien se anime a expresar sus deseos y fantasías sexuales tome en cuenta la susceptibilidad del otro (a) y tenga la paciencia necesaria para aclarar cualquier mal entendido que se produzca, ya que cuando la pareja no esta acostumbrada a este tipo de dialogo, se corre el riesgo de mal interpretar lo que se ha expresado.

Los diálogos amorosos deben ser parte de la experiencia sexual de todas las parejas con la intención de aprender a disfrutar con mayor libertad y creatividad de la convivencia conyugal, tal como lo manifiestan quienes los practican cotidianamente. Una buena manera de iniciar estos diálogos amorosos es preguntarle a la pareja cómo se siente con la vida sexual que se ha tenido hasta la fecha y si le gustaría cambiar algo de ella, estando dispuesto (a) a aceptar la respuesta y actuar en consecuencia, planeando la complacencia de los deseos de su pareja.

Ene28
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Inconsciente, sexualidad y albures.

By Marco Antonio Perez Mora - artículos,Parejas,sexualidad

La-conciencia-de-la-inconsciencia-para-web

Freud postulo que la mayor parte de nuestros actos están motivados por razones inconscientes, queriendo decir son ello que desconocemos el origen que motiva lo que hacemos. También planteo que muchos de nuestros deseos sexuales y amorosos tienden a ser reprimidos porque la familia y la sociedad los rechazan, de tal manera que se hunden en el inconsciente y tendemos a olvidarnos de ellos. Pero por otra parte, hablo de la fuerza de los deseos a través de la libido y de la agresión, lo que los hace aflorar por diferentes caminos: el cuerpo, los sueños, las fantasías, los actos fallidos y los chistes, son algunas de las manera en las que el Yo burla la censura impuesta por el Superyó y permite que afloren en la conducta y en la conciencia los contenidos que se han mantenido en el inconsciente.

La sexualidad, en todos sus aspectos, suele ser reprimida desde la infancia y solo se le permiten ciertos desahogos. Si los padres son comprensivos, no regañaran al niño que explora sus aéreas genitales, ni amenazara al adolescente que se masturba, al contrario, los orientara y educara en el ejercicio libre y responsable de su sexualidad, para que sean adultos maduros y capaces de ejercer una vida sexual placentera y responsable. Pero la mayoría de la población tiende e a asustarse con las expresiones de la sexualidad de los niños y los reprime con amenazas muy fuertes para que abandonen sus intereses eróticos desde temprana edad.

En los casos en los que la educación es permisiva y no agresiva, aun así los pequeños reprimirán una buena parte de sus deseos, como los edípicos que implican el deseo de posesión del padre del sexo opuesto y el anhelo de ocupar el lugar del padre del mismo sexo en el lecho conyugal. También reprimirán sus deseos de practicar una sexualidad para la que aun no están preparados. Los adolescentes tendrán que conformarse con la exploración auto erótica antes de iniciarse en la práctica de su sexualidad con alguna pareja, por lo que también reprimirán sus deseos, fantasías y curiosidad de exploración.

En la vida adulta, los contenidos reprimidos buscaran aflorar a la conciencia y harán que la persona intente darle satisfacción a lo que se reprimió en el pasado. Si logran hacerlo adecuadamente y dentro de los cánones permitidos por la sociedad, desahogaran sus deseos sexuales sin consecuencias negativas y alcanzaran cierto grado de satisfacción que los dejará complacidos. Pero si la realidad se interpone o la conciencia de culpa es muy represora, cualquier deseo que aflore a la conciencia, vía sueños, albures, lapsus o fantasías, serán reprimidos nuevamente y en el caso en el que la persona se de permiso de expresar esos deseos, la culpa le pasará una factura con altos intereses, a menos que su conciencia moral no esté muy fortalecida, entonces dejará que afloren sus deseos sin control. Es el caso de los sociópatas sexuales que no les importa el daño que puedan causar con tal de obtener su satisfacción.

Los hombres y las mujeres tienen maneras de burlar la censura impuesta por el superyó y de esta forma logran darle salida a sus deseos sexuales, que de otra manera permanecerían atrapados en el inconsciente. Mediante los chistes colorados, los albures, los actos fallidos y los lapsus linguae, así como a través de los sueños y de las fantasías, se pueden manifestar esos deseos, sin correr mayores riesgos.

Los chistes sexuales, las bromas y los albures son una manera socialmente permitida para hablar del sexo, sin angustiarse. Se pueden burlar de la forma de los genitales, del valor masculino o femenino, de la potencia sexual, de la orientación genérica, etc. Ya Freud lo describía en su artículo “El chiste y su relación con el inconsciente” de 1905. A través de los sueños y de las fantasías, se puede disfrutar de lo que en la realidad está prohibido y no se encuentra al alcance de la mano, sin angustia, pues el soñante se justifica diciendo “solo fue un sueño” y tiende a no darle importancia.

Los chistes, los albures, las bromas, las fantasías y los sueños nos ayudan a  darle salida a nuestros deseos sexuales reprimidos, los cuales no nos atrevemos a reconocer por el temor a nuestra conciencia moral o “al qué dirán los demás”. Son opciones que nos facilitan el desahogo sexual sin poner en riesgo nuestra integridad ni la de los demás. En el caso de los chistes, las bromas y los albures, la risa es un complemento que aumenta el placer por permitirnos burlar al superyó, permitiendo que afloren los deseos que tenemos en el inconsciente.

Las personas que no son capaces de reírse de sí mismas, que se enojan con los chistes, las bromas y los albures sexuales, tienden a enfermarse de su sexualidad o de su mente, en grados mayores que quienes si disfrutan la expresión sexual mediante estos mecanismos. Los actos fallidos, los lapsus linguae y los sueños y las fantasías son una herramienta que tenemos para dejar salir nuestra imaginación y darle cumplimiento a los deseos que se han mantenido insatisfechos porque la realidad no lo permite o porque en algún momento de la vida decidimos que era malo hacerlo.

Ene19
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LOS SONIDOS DEL SEXO.

By Marco Antonio Perez Mora - Parejas,sexualidad

SONIDO SEXO 

En las actividades sexuales todos los sentidos son importantes, la vista, el olfato, el tacto, el gusto y el oído. En el caso de este último, los sonidos son muy especiales y representan un estimulo particularmente excitante cuando se sabe manifestar y escuchar. Los sonidos que se emiten durante el acto amoroso son un ingrediente especial que suele aumentar la excitación en la pareja, además de que facilita la descarga orgástica.

Cuando la pareja no tiene inhibiciones, se siente libre de expresarse y se entrega sin prejuicios al son de las emociones que bailan con la cadencia de las caricias que se prodigan los amantes, los sonidos que se emiten en este intercambio libidinal, pueden transformarse en una gran obra musical que coadyuva a mantener y mejorar el placer sexual. Los susurros, los jadeos, la respiración entrecortada, los resuellos, los pequeños pujidos, los quejidos y gemidos, los chasquidos al besar o al chupar el cuerpo del otro (a), las palmadas y las nalgadas, el crujir de la cama que topa contra la pared o el rechinar de la misma, las palabras que se dicen uno al otro, todos estos sonidos son parte importante del acto sexual. Para algunas personas, ciertos sonidos pueden ser inhibitorios, para otras, esos mismos sonidos son la base de su excitación.

Hay amantes de oídos muy delicados y conciencias delicadas, que cualquier ruido les altera la concentración y les hace perder la excitación; prefieren hacer el amor en silencio. Para ellos, la ausencia de sonidos es lo mejor. Algunos llegan a inhibir cualquier tipo de ruido y no se permiten ninguna exclamación, pues todo debe transcurrir en el silencio, como si nada estuviera pasando, no vaya a ser que alguien los escuche y se de cuenta que están teniendo sexo. Son del tipo de personas que estornudan en silencio, que no son capaces de soltarse porque temen llamar la atención sobre sí mismas, prefieren pasar desapercibidas.

Otras personas son más libres y sueltas para manifestarse en el terreno sexual y no les inhiben los ruidos propios de su excitación y de su pareja; incluso le piden que se exprese de esta manera para aumentar su excitación y su descarga orgásmica. Sentir su resuello en el oído incrementa su placer y escuchar a su pareja estallar en suspiros y gemidos durante la descarga orgásmica les da un plus libidinal. Algunas personas se sienten más realizadas si logran hacer gemir, rugir y bramar a su pareja en el intercambio amoroso. Los sonidos que emite su amante le reflejan el placer que está experimentando y le hacen sentir que está realizando bien su tarea de brindarle placer. No hacen falta las palabras, los sonidos hablan por sí mismos y dicen mucho de lo que esta pasando en ese momento.

La Armonía, la Melodía, Orfeo, dios griego de la música y el Ritmo, conforman el AMOR musical que se puede disfrutar en el concierto de voces y ruidos sexualmente amorosos, que emiten los amantes en la alcoba. La armoniosa y melodiosa voz del otro, escuchada con un ritmo lento, cadencioso, acelerado y rítmico, incrementa el placer, pues ambos participantes perciben el placer que experimenta el otro, lo cual incrementa el goce personal, para dar por resultado un final apasionado, como el de la quinta sinfonía de Beethoven. Cuando los amantes pueden darle salida a todas estas expresiones, su vínculo se fortalece y buscan repetir la experiencia.

Los sonidos son el sendero que hace transitar a la pareja por diferentes cúspides y valles, que permite ir profundizando la experiencia sexual hasta llegar a la descarga orgástica, a la entrega total y aún después de la misma, ofrecen las notas de la satisfacción,  la relajación y el gozo experimentado.

El oído es considerado uno de los sentidos místicos en la vida erótica de cada persona. Es receptor de la palabra pero también de sonidos y éstos son gestos de la sensualidad. Ya desde antes de nacer tenemos registrados sonidos que nos trasmiten tranquilidad, angustia, sobresaltos o seguridad, por lo que son emisarios de emociones profundas de la psique humana, que no necesitan descifrarse. Por sí mismos alteran nuestro ánimo, dependiendo de su intención, de tal manera que cuando el amante se permite la libre expresión de su respiración, susurros o gesticulaciones, transmite sus vivencias personales, que incidirán en su pareja en un delicioso encuentro sexual.

Además de los sonidos propios que cada amante emite, se puede contar con la música para mejorar el clima sexual y aumentar el placer experimentado en el interjuego amoroso. Cada pareja tiene sus propios gustos musicales, pero en la cama, la música debe ser del agrado de ambos, además de ser motivadora para la excitación sexual. Hay quienes prefieren el Jazz, otros la música clásica, algunos el merengue y otros la música instrumental. Lo importante es que para ambos resulte agradable y placentera. No debe ser muy fuerte, ni distraerlos de su actividad sexual, pues pierde el encanto que debe tener. Para la elección de la música de fondo, es necesario conocer los gustos del otro (a) y preguntarle el tipo de música que desea escuchar en cada ocasión, sin que se convierta en lo más importante.

La manifestación de los ruidos y sonidos amorosos debe ser espontánea, pues cuando es fingida, el otro (a) lo detecta y sabe que se esta fingiendo algo, con lo que se pierde el encanto que se pretendía lograr. Si la pareja o uno de sus integrantes se incomodan con la expresión de estos sonidos, es recomendable que lo exprese y lo dialogue con su partenaire después del encuentro amoroso, para llegar a un acuerdo sobre el tema.

Cada pareja tiene y encuentra el tipo de sonidos que más les excita y complace en su relación sexual. Hay quienes gimen como niños, otros bufan como toros, algunos rugen como leones, otras gritan como si estuvieran perdiendo el aliento o dando su último suspiro. Unos hacen como gatos, otros gritan palabras, pero todos (as) sienten el placer que brinda la exclamación del sonido que mejor los desahoga al momento de estar haciendo el amor y es muy importante y agradable dejarse llevar por este impulso sonoro que le pone cada quien a su relación sexual.

Ene13
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FACILITADORES PARA MANTENER LA ERECCIÓN.

By Marco Antonio Perez Mora - Parejas,sexualidad

david de miguel angel

El Viagra o Sildenafilo, es un medicamento para mantener la erección por un periodo mayor al que se logra sin su ingestión, que vino a rescatar la virilidad y autoestima de miles de hombres que sufrían para sostener una erección lo suficientemente consistente y duradera, que les permitiera disfrutar de sus relaciones sexuales y asegurarse de lograr brindar un poco más de placer  a sus parejas. Se comenzó a comercializar en 1998 y desde entonces se han vendido millones de pastillas azules en todo el mundo.

5 años después, en el 2003, salió al mercado el Cialis o Tadalafilo, competencia cuya característica es que sus efectos pueden durar hasta 36 horas, mientras que el Viagra tiene efectos por 4 a 5 horas. La desventaja del Cialis es que es más costoso. Sin embargo también es recetado para tratar la hipertensión arterial pulmonar.

El Levitra o Vardenafilo es el otro medicamento empleado para ayudar a los hombres para sostener una erección consistente y duradera y también se comercializa desde 2003, apareciendo en el mercado estadounidense tres meses antes que Cialis.

Tanto Cialis como Levitra vienen en presentaciones de 20 miligramos diarios y no debe tomarse más de una pastilla en un día. El Viagra se vende en presentación de 50 miligramos. Los tres medicamento hacen efecto en un plazo de media a una hora después de su ingestión y ninguno de los tres logra que el hombre tenga una erección si éste no tiene el deseo suficiente para mandar las señales nerviosas para que se genere la erección, pues ninguno es afrodisiaco.

El efecto de los tres medicamentos consiste en ayudar a mantener la erección por más tiempo y que ésta sea más consistente.  En lo que si influyen los tres medicamentos es en mejorar la autoestima del varón cuando éste ha logrado esa anhelada erección y ha cumplido su misión como buen amante con su pareja. Es por ello que se recomiendan para tratar la impotencia sexual o disfunción eréctil.

Los tres medicamentos ayudan a lograr esa deseada erección, dura y duradera, por su efecto como vasodilatadores de las arterias, ayudando a bombear más sangre al pene y ayudando a que las venas se cierren por un tiempo, impidiendo escapar fácilmente a la sangre.  Son inhibidores de la enzima PDE-5 (fosfodiesterasa tipo 5) encargada de inactivar al vasodilatador óxido nítrico que participa en la erección al facilitar la relajación de los músculos lisos del pene. Al inhibirse la producción de la enzima PDE-5 (fosfodiesterasa tipo 5), se mantienen la producción del óxido nítrico y se facilita la penetración de un mayor flujo sanguíneo a los cuerpos cavernosos y al cuerpo esponjoso del pene, facilitando una erección duradera y consistente, evitando que aparezca rápidamente la detumefacción del pene.

Como todos los medicamentos, estos tres coadyuvantes de la erección tienen efectos secundarios y deben tomarse bajo vigilancia médica para evitar un problema mayor, como sería un paro cardiaco, jaquecas o malestares gástricos y en algunos casos una erección prolongada, llamada priapismo que provocaría daños permanentes al pene. En los casos en los que el varón detecte una erección prolongada por más de 4 horas, debe acudir a un centro de salud para ser revisado por un médico y ayudarle a quitarle esa erección, de lo contrario se corre el riesgo de sufrir una necrosis en el pene e inutilizarlo en su adorada función: la de estar erecto para brindarle placer a su propietario y a su usuaria o pareja de éste.

Es importante que las mujeres también comprendan el funcionamiento de estas pastillas, para que no se sientan excluidas de la relación con su pareja, pues ha habido muchas que se quejan de que no son lo suficientemente atractivas como para que su hombre logre una erección sin la ayuda de la pastilla. Las tres pastillas mencionadas no lograran ninguna erección voluntaria si no hay deseo por tener las relaciones sexuales, solo son unas facilitadoras para mantener la erección, una vez que ésta se haya dado, estimulada por el deseo.

Estos tres medicamentos han surgido en el mercado con la idea de ayudar a los hombres con dificultades en lograr mantener una erección, sobre todo en los que tienen más de 45 años y comienzan a sufrir los estragos de la edad. Sin embargo, cuando los utilizan los jóvenes menores de 30 años, solo para asegurarse de que no fracasaran en sus intentos de conquista sexual, están propiciando que su cuerpo se adapte prematuramente al uso de los mismos y el cuerpo dejara de hacer su trabajo de manera natural, de tal forma que estos jóvenes tendrán que acudir a estas pastillas por muchos años más que si hicieran el esfuerzo natural por mantener su erección sin estas ayudas. Al tomar estos medicamentos sin una necesidad real, también sufrirán las consecuencias de los efectos secundarios de manera gratuita.

Estos facilitadores de la erección son una buena elección cuando se han presentado problemas y el varón, por edad o alguna enfermedad, no se siente capaz de mantener su erección el tiempo necesario y suficiente para disfrutar de sus experiencias sexuales. Pero como todo en la vida, no debe abusarse de su ingestión pues los riesgos de dañarse la salud se harán presentes.

¿Cuándo tomar una u otra pastilla? Esto dependerá de su médico y su bolsillo, así como de la respuesta de su cuerpo. Cuando a pesar de la ingestión de cualquiera de etas pastilla, la erección no se presente o no sea la esperada, es momento de buscar una terapia sexual o una terapia de pareja con el fin de mejorar su sexualidad.

 

Dic31
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PLANEANDO LA VIDA SEXUAL.

By Marco Antonio Perez Mora - Parejas,sexualidad

 

 

 pareja

 

Cada inició de un ciclo, sea natural como el cambio de estaciones, o cultural como el cambio de año, desde tiempos inmemoriales, el hombre realiza una serie de rituales para festejarlos. En cada fin de ciclo, como en el caso de las cosechas, se hace un recuento de logros, se evalúa cómo fue el periodo y se hacen preparativos para el siguiente. Los propósitos y planes de año nuevo siempre conllevan objetivos de todo tipo: bajar de peso, cambiar de auto, comprar una casa, mejorar en el trabajo, graduarse en la escuela, ser mejor persona, leer más libros, ganar más dinero, disfrutar más de la sexualidad, ser mejor amante, etcétera.

Los planes para mejor la vida sexual personal y de pareja, deben ser incluidos dentro de los prioritarios, con el fin de establecer una serie de estrategias y acciones que faciliten el mejoramiento de este aspecto tan importante de la vida. Una vez que se haya hecho el recuento de logros sexuales y evaluado la situación actual, tanto en fuerzas, como en debilidades, se podrán establecer los objetivos que se pretenden alcanzar en el 2015. Es recomendable que este proceso quede asentado por escrito, para que en los meses siguientes se vaya evaluando el nivel de avance respecto a los propósitos establecidos. Al escribir el plan, queda registro de lo que se espera lograr, además de que se jerarquizan y calendarizan los objetivos y metas deseados respecto a la vida sexual.

Cada persona y pareja tiene diferentes niveles de expectativas y calidad de vida sexual, por lo que cada una debe establecer el plan que mejor de adapte a sus necesidades y a los deseos de lo que aspira lograr. Sin embargo, es conveniente reflexionar sobre algunos puntos que pueden ser de interés general. La frecuencia de las relacione sexuales es uno de los aspectos que suelen preocupar a la mayoría de las personas y en muchos casos es motivo de conflictos serios. En algunas parejas, la diferencia respecto al número ideal de relaciones por semana o por mes, suele generar desavenencias que dejan un mal sabor de boca. Por eso es importante que ambos dialoguen sobre la frecuencia sexual que cada uno desea y considera como la óptima. Uno de los puntos a planear para el presente año, puede ser mejorar la frecuencia de las relaciones sexuales para que ambos queden complacidos. Si ella siente que él pide demasiado, deberá hacérselo saber, sin herir su masculinidad, pero si es ella la que no se siente complacida con la frecuencia, él deberá esforzarse por gratificarla. En el caso de que se decidan por mejorar la frecuencia de sus relaciones sexuales, ese será el objetivo. Las estrategias para lograrlo serán las que les ayuden a conseguirlo, tales como: estar más dispuestos al sexo, llegar más temprano a casa, mejorar los hábitos alimenticios del varón para aumentar su rendimiento sexual, bajar de peso y hacer ejercicio.

Si el propósito es mejorar la calidad de las relaciones sexuales, tendrán que definir en qué aspectos de su vida sexual consideran que les hace falta mejorar. ¿En los besos?, ¿en los juegos previos?, ¿en los abrazos?, ¿en el ambiente conyugal?, ¿en la manera de hacer el amor?, ¿en la higiene personal? Para mejorar la calidad de la vida sexual es necesario que cada uno evalué la situación que viven y dialoguen sobre lo que desean. Una sugerencia es hacer una valoración subjetiva, en la que ambos califiquen los aspectos que les interesa mejorar, en una escala del 1 al 10 y decidan a qué nivel les gustaría llegar. Si han decidido mejorar la calidad de sus relaciones sexuales, tendrán que enlistar los aspectos en los que piensan trabajar, calendarizarlos y darles seguimiento.

La vida sexual en pareja no es solo el coito. Incluye las caricias, el trato cotidiano, el respeto a las diferencias de opinión, la comunicación de los afectos, la convivencia diaria, el escuchar al otro (a), considerar y respetar sus deseos y sus miedos sexuales. Si la planeación es en pareja, se deben establecer los objetivos comunes y tratar de adecuar los individuales a los conyugales, de tal manera que el compromiso se viva con pasión.

La planeación sexual no debe ser algo frío y formal, pero si debe ser objetiva y tener parámetros para evaluar los avances, de tal manera que al paso del tiempo se pueda medir el nivel de logro. Una planeación sirve para poner los medios necesarios que se requieren para alcanzar uno o varios objetivos a lo largo de cierto tiempo. Planear lo que se desea de la vida sexual en el siguiente periodo es una actividad importante que requiere de tiempo, dialogo, trabajo conjunto y de disposición para incluir en los planes de vida, la sexualidad, con todos sus bemoles.

Vale la pena hacer un recuento de los beneficios obtenidos en el pasado, un balance de la situación actual y sobre dichas bases, planear lo que se desea alcanzar en la vida sexual futura. Las personas que incluyen en sus actividades importantes la planeación de su vida sexual, son más exitosas, disfrutan más y mejor su sexualidad y gozan de una mayor longevidad libidinal. Planear lo que se quiere obtener en el terreno de la sexualidad, solo requiere de un poco de interés y de dialogo con la pareja. Si se logra establecer el plan de vida sexual para cada año, se tendrá una especie de mapa libidinal con el cual guiarse durante dicho tiempo, por los caminos de Afrodita, de la mano del Erotismo y acompañados por Cupido.

Les Deseo que 2015 sea un año fuerte y agradablemente libidinal para todos.

 

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