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Author Archives: Marco
Dr Perez Mora > Artículos de: Marco Antonio Perez Mora

LA VIDA SEXUAL Y AMOROSA DE JOAN MANUEL SERRAT

Sep28
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 El siguiente es uno de los capítulos de la tesis de maestría que escribí sobre la importancia de las aspectos libidinales en la vida y la obra de Joan Manuel Serrat.

Espero sea de su interés y agrado conocer los aspectos amorosos y libidinales del cantatutor catalán.

La vida sexual de Joan Manuel Serrat comienza con el deseo de su madre de tener una niña, anhelo que como ya se mencionó, no afectó su proceso de identidad sexual, más bien, como él lo ha dicho, influyó en su capacidad para comprender a las mujeres.

Su ambiente de barrio le facilitó la identificación con sus pares desde edad muy temprana y la esperanza de su madre porque fuera mujer, se acopló rápidamente a la realidad biológica del niño varón, sin dejar mayor huella de daño, tal como el mismo Serrat lo confiesa.

A los tres años, ya se sentía interesado en su maestra Conchita tal como lo refiere en la canción que le dedico cuando él tenía 30 años. Entre otras cosas, la canción dice: “Pero usted nunca supo, maestra,/ que cuando quería que cantara/ que tres por una eran tres/ mis ojillos arañaban francamente/ las rodillas que púdicamente/ usted apretaba y apretaba,/ pero un número no vale/ lo que una piel rosada”. Con estas palabras, Serrat confiesa su curiosidad y deseos sexuales por aquella maestra que tanto lo quiso y que lo llevaba de la mano para darle calor cuando tenía tanto frio. Describe muy bien lo que un niño de 3 años experimenta en el periodo edípico.

En la canción “Mi niñez”, cuenta que “Tenía una novia morena,/ que abrió a la luna mis sentidos/ jugando los juegos prohibidos/ a la sombra de una higuera”. Serrat nos habla sin prejuicios de sus juegos y deseos sexuales infantiles. Sin embargo, no  lo hará así sobre su vida sexual de adulto.

Sus vacaciones en Eivissa, cuando tenía poco menos de 10 años, lo pusieron en contacto con la sexualidad femenina al ver a la extranjera rubia que se bañaba desnuda “sin ningún pudor”. Como él lo ha referido, en la calle aprendió lo que en casa y en la escuela no se decía ni se enseñaba, por lo que, en buena parte, su educación sexual la adquirió en el barrio con los amigos.

Él ha confesado que su primera vez fue con una prostituta y cuando lo conto en tv sonó gracioso, pero él refiere que el evento en sí no fue placentero. Debió tener menos de 18 años y tal como se acostumbraba en su época:

Fuimos unos cuantos y yo estaba sumamente interesado porque había escuchado desde muy niño y podías oír hablar mucho a tus hermanos mayores de las excelencias de estas cosas. La verdad es que me lleve un chasco, yo pensé que era otra cosa. Luego afortunadamente la vida se encargó de quitarme esa sensación un tanto así… la segunda vez ha sido mucho mejor.

(Obtenido el 12 de octubre de 2009 desde: http://video.google.es/videoplay?docid=6752301779637641377&pr=goog-sl#

 En la canción, “La primera” de su disco  en catalán “Per el meu amic” de 1973, refiere su primera  experiencia sexual con la prostituta y deja sentado que no fue lo mejor para él. Curiosamente es en ese mismo disco en el que aparece la canción dedicada a su maestra Conchita.

De joven se reconocía como alguien muy tímido con las mujeres y comenta que decidió dedicarse a componer canciones “porque así era más fácil tocarles el culo a las mujeres”. En el reportaje de Motta (1986), confesaba que:

Yo hacía el amor con putas cuando era joven y luego con las primeras novias que tuve en la universidad. Y más tarde, empecé a hacerlo gracias al rollo de la guitarra, que yo empecé a amar mi profesión cuando me di cuenta del alcance que tenía. A partir de aquí empecé a conocer a mucha gente, muchas tías que se te quieren tirar y se te tiran. Porque ellas son las que normalmente deciden, sino de una manera absoluta, deciden cómo, dónde y a qué hora se te tiran. Eso le hace a uno mucha gracia en una época. Todo esto y otras cosas, tal vez me han hecho perder tías cojonudas que he podido ir encontrando, pero también he tenido la suerte de conocer a otras tías estupendas con las que he tenido unas relaciones muy bonitas. En general, creo que he sido un hombre muy afortunado, lo que pasa es que la vida no es como esperábamos y el cine nos ha hecho mucho daño, y si te vas a una granja, la granjera no tiene las tetas como Mylène Demongeot[1], ni conoces en el tren a la mujer de tu vida…

Sin embargo, a la mujer de su vida, de aquella época juvenil la reconoció en la modelo Sueca Susan Holmsquit, quien lo dejó por otro y que motivo la canción  “Conillet de vellut”, “Conejito de terciopelo”, del disco “Serrat 1970”, la letra cuenta el enamoramiento y la desilusión de haber sido abandonado, en ella daba su número telefónico, el cual tuvo que cambiar porque sus fans no dejaban de llamarle para consolarlo por la tristeza que le había dejado esa ruptura. Es una especie de segunda parte de la primera canción de 1965 “Ella em deixa”.

Una vez alcanzado el éxito musical, se convirtió en una especie de galán de las revistas del corazón, sus apariciones en tv y en el cine lo hicieron un icono de chico sexy de su época. Sus amores eran parte de las noticias en las revistas de espectáculos de su época.

Aunque Serrat siempre trato de mantener su vida sexual en la intimidad y no se prestó a escándalos como la mayoría de los artistas, existen documentos y entrevistas concedidas por él, que permiten conocer algo de su vida sexual antes de su matrimonio con María de la Luz Tiffón en diciembre de 1977, mejor conocida como Candela. Ella era una chica de 20 años y él cumplía 34 el día de la boda. Al parecer siempre le gustaron mucho menores que él.

A Serrat lo han relacionado con muchas mujeres de la vida artística: modelos, cantantes, actrices, escritoras, pero él siempre ha tratado de mantener en secreto su vida sexual y amorosa. Sin embargo, se han hecho muchas elucubraciones sobre la misma. Lo han vinculado con Marisol, Massiel, Guillermina Motta, Lucia Bosé, La modelo y actriz Ana Karina, Mónica Randall, Analía Gadé, su partenaire en el film “Mi profesora particular”, la modelo Arta… y Lolita Flores, la hija de la Faraona, por quien Joan Manuel Serrat ha confesado siempre un cariño especial.

Motta (1986) afirma que:

Con quien de verdad ligó Serrat en el verano del 73 en Marbella, fue con Charo Vega, amiga íntima de Lolita y a la que conoció por mediación de ella. No alcanzó a ser su «gran amor» como se dijo, pero sí, con dieciséis años, uno de sus amores.

Serrat le llevaba 14 años de edad, casi los mismos que le lleva de ventaja a su esposa Candela.

En enero de 1974, la revista Lecturas, misma que en 1986 editó el especial “Serrat, ayer, hoy y siempre” en 10 capítulos, dirigida en esta ocasión por Elvira Motta, publicó que Serrat era el padre de un niño de 4 años y medio, fruto de sus relaciones con la modelo catalana Mercedes Doménech, sorprendiendo a todo el mundo, pues hasta esa fecha nadie sabía de la existencia de su hijo, al que veía con frecuencia y al que nunca le negó toda la  ayuda necesaria para su desarrollo. El niño había nacido el 8 de mayo de 1968 y al parecer traía su torta bajo el brazo, pues ese mismo año salió a la venta el disco  “Dedicado a Antonio Machado Poeta”, que tanto éxito le generó en toda España y en Latino América.

Tiempo después declaro que:

Un hijo es importante, es algo importante siempre, pero no por la prolongación que el hijo representa de uno, sino por lo que un niño representa en sí mismo, por haber nacido. A mí me importa el niño. Todo es muy sencillo y no quiero hablar más sobar el asunto porque «Ama Rosa[2]« bajó el telón hace muchos años. Me interesan los problemas de la criatura. Y eso es todo (Motta, 1986).

En relación con la madre de su hijo, expresó que:

En la actualidad (1974) nuestras relaciones amistosas son muy buenas. Primero porque pasaron muchas cosas y segundo porque una de esas «cosas» hoy ¡camina, habla, sonríe, y juega! Sería mentira si dijera que sólo somos amigos porque en realidad somos algo más que amigos (Motta, 1986).

Después del descubrimiento público de su hijo Queco, siguió manteniendo en la privacidad su vida amorosa, declarando que le encantaban las mujeres, pero sin hablar de ninguna en especial.

Fue hasta diciembre de 1977, cuando su hijo ya tenía 9 años, y él 34 que se casó con quien sigue siendo el amor de su vida: Candela Tiffon, fugaz modelo publicitaria, con la que ha procreado dos hijas, la primera nacida el 27 de diciembre de 1979, de nombre María, cuando él cumplió 36 años y la segunda, llamada Candela, que nació en noviembre de 1986, cuando estaba por cumplir 43 años.

A pesar de las dudas iniciales que se expresaban en la prensa, de que el matrimonio fuera a durar mucho tiempo, debido a la conducta amorosa que se le sospechaba, pues tenía una imagen de galán, lleva felizmente casado más de 37 años. En declaraciones  a la prensa de esas fechas, afirmo que:

La boda tuvo lugar en un juzgado y se realizó sólo por lo civil… Posiblemente resulta más fría así, pero no estamos de acuerdo con todo el tinglado que tiene montado la Iglesia. Si casarse por la Iglesia hubiera sido solamente el acto místico lo habríamos hecho, pero no, en el acto van implícitas muchas cosas… nuestra boda era algo muy nuestro, algo que nos pertenecía y no era cuestión de pregonarlo… Pero tampoco queremos escondernos, es algo que está ahí y forma parte de nuestra vida. Sólo nos pareció que así estaba mejor y así lo hemos hecho… En realidad, nosotros dos ya somos marido y mujer desde el mes de julio… Ahora sólo se ha legalizado (Motta, 1986).

Fiel a sus principios de mantener su vida privada alejada de las miradas de la prensa, afirmó que “considero el matrimonio como algo tan íntimo que no puedo dejar de sentir una gran vergüenza de que se airee constantemente y de que sea tema de profuso comentario”.

No obstante su deseo de mantener en la privacidad su vida amorosa, así se expresaba del amor que sentía por su joven esposa:

Estoy flechado por Candela. Es verdad… Ella es un ser excepcional, una mujer con muchas ganas de aprender y que así y todo te enseña a vivir en un montón de aspectos. Observa, observa mucho y sabe de todo. Pero lo más importante es lo que sabe y con qué empeño quiere conocer las cosas… Nosotros nos amamos desde el primer día con y sin papeles, pero aquí lo fundamental es la amistad que nos hemos propuesto… Porque no queremos ser una de esas parejas rutinarias entre las que puede llegar a existir la desconfianza. Por eso, además del amor, lo más importante para nosotros es la amistad… sé que estoy casado con una mujer en período de formación, pero que no pasa de las cosas. Candela mira, escucha y lleva los ojos bien abiertos. Quiero compartir el trabajo y todas mis actividades con Candela (Motta, 1986).

Por su parte, su mujer declaró “lo que más me importa es ser compañera de Joan. Me gusta mucho estar a su lado porque hay que conocerlo en toda su plenitud para comprender qué tipo de persona es”. Durante mucho tiempo Candela lo acompañó en sus giras por todas partes.

La fama de mujeriego que había construido a lo largo de sus 13 años de carrera artística, lo llevaron a decir, al casarse:

Es cierto que he tenido la suerte de enamorarme de infinidad de mujeres estupendas que me han tratado a mí mucho mejor, seguramente, que yo a ellas. Pero no pienso que eso pueda poner en entredicho mi formalidad de cara al matrimonio ni mi felicidad conyugal. Me lo he pensado muy bien antes de dar este paso y soy perfectamente consciente de lo que cuesta convivir con otra persona, aunque se la ame tanto como yo amo a Candela… Claro que ni Candela ni yo sabemos lo que pueda ocurrir en el futuro (Motta, 1986).

 Año y medio después de su matrimonio, ratificaba públicamente su amor y fidelidad hacia su mujer:

Desde que conozco a Candela no he salido con otras… Quien me conoce sabe muy bien que no miento. Y te digo que jamás he de meterle los cuernos porque es mi mujer, porque soy muy feliz con ella y porque no es algo impuesto, sino natural…yo no respondo a la idea de «hombre-harén»; soy muy normal en todo lo relacionado con mi pareja y siempre mantengo un comportamiento correcto (Motta, 1986).

 Es muy probable que su madre tuviera la fuerza para trasmitirle amor a la vida como una defensa frente a la destrucción interna y externa que experimentó antes de parirlo, pero también se puede suponer que ésta poseía un Yo muy fuerte, que le ayudo a  sortear con éxito tantas pérdidas, al grado que se pudo reponer rápidamente de la frustración de que su hijo no hubiera nacido mujer. No hay que olvidar que contaba con un marido amoroso que siempre la apoyo en todo y que también era socialista y pertenecía al bando de los que habían perdido en la guerra, pero tenía la fortaleza para seguir luchando laboralmente, para darles un techo y comida, no solo a su esposa e hijos, sino también a los demás integrantes de ambas familias, necesitadas de apoyo. Haber tenido un padre como Josep, influyó para que Serrat fuera un persona generosa y solidaria con los demás.

El gusto de Serrat por las mujeres y el respeto y admiración que les profesa es producto de su masculinidad y de la buena relación que siempre mantuvo con su madre, pues como él lo ha dicho, fue un niño muy querido, respetado y apoyado. Sin embargo, es muy probable que su madre haya estado deprimida durante su embarazo y a lo largo de sus primeros meses de vida, pues aunque la guerra civil había terminado hacia 4 años, las pérdidas de sus 32 familiares pesaban en su memoria, pues como el mismo Joan Manuel lo refiere, su madre recordaba a diario a sus seres queridos y perdidos en la contienda. Esta situación debió haber influido para que Serrat desplazara sus anhelos edípicos en la maestra Conchita[3], aunque en “Canción de cuna”, de alguna manera también reconoce parte de dichos deseos, enfocados a la madre, cuando dice: “Y yo que me dormía entre tus brazos/ con la boca pegada a tu pecho/. El amor de un hombre ya nos había unido/ antes de aquella mañana de invierno en que nací”. Aquí se puede ver claramente el triángulo edípico. En esta canción reconoce que es producto de la sexualidad de sus padres y que él es el tercero, producto de dicha experiencia libidinalmente amorosa, pero de la cual no se siente excluido.

El hecho de que desde pequeño ésta le cantara, influyó de manera determinante en su gusto por el canto, la armonía y el saberse expresar mediante las palabras. El tono musical de su madre debió influir para que él tuviera el carisma que ha tenido con el público que lo ve y que lo escucha. El tipo de comunicación que su madre estableció con él, influyó en su capacidad para trasmitir las emociones que despierta en su auditorio (Lartigue y Vives, 1994; Spitz, 1965; Tubert y Beuchot, 2008).

Creo que esta relación madre – hijo, facilitó que Serrat adquiriera la sensibilidad que siempre ha manifestado para comprender a las mujeres. Sabe qué les gusta y cómo llegarles al corazón, pues desarrolló estas habilidades para congraciarse y relacionarse mejor con su madre, viéndose precisado, desde bebé, ha agradarla con sus gorgoreos, para complacerla y sentirse aceptado por ella con su virilidad, o a pesar de la misma. Así inicio su experiencia dentro del canto: queriendo agradar a su madre, como objeto de su libido, logro vincularse con el mundo que ahora lo escucha y al que le agradan sus canciones. Fue mediante su libido y la interacción amorosa con su madre, que ligó la poesía y la música, para expresar con palabras su deseo de “ser querido”, lo cual ha logrado con creces. De esta manera se pudo acercar a las mujeres que tanto le atraían sexualmente (Freud, 1917; Green, 1995; Kennedy, 2003, Kernberg, 1995).  Él les quería “tocar el culo” y terminó tocándoles el corazón, no solo a las mujeres, sino también a los hombres.

Después del primer rechazo inicial materno, Serrat se sintió bien acogido y arropado por su madre, que lo debió acunar y sostener con sus cantos cotidianos. Sin embargo, dicho rechazo dejo en él una marca que lo lleva a componer canciones en las que habla de irse del lugar en donde vive, como deseando romper con la simbiosis y para mantenerse lejos de su origen. Desde sus primeras canciones habla del abandono y del deseo de poner tierra de por medio[4] (Bowlby, 1980), tal vez como una manera de reeditar las separaciones que tuvo desde que se fue a estudiar fuera de Barcelona, cuando iniciaba la adolescencia, o la primera, cuando su madre lo rechazo al nacer, por no haber nacido mujer.

El deseo de la madre de que fuera niña, debió estar marcado por la tragedia de la Guerra Civil Española, en la que ella perdió a muchos familiares, incluyendo a sus propios padres. Viendo que los hombres eran los que combatían y caían muertos, es muy probable que su anhelo de tener una hija, haya sido para mantenerla a salvo de tales riesgos. Es de llamar la atención que siendo su primer embarazo, prefiriera una niña, por lo que se puede suponer que pensara de esta manera: “las mujeres sufren, pero sobreviven a las guerras”. Este deseo de conservar vivo al bebé que aun llevaba en su vientre, se lo trasmitió a Joan Manuel, y esto influyó en el compromiso libidinal que él ha expresado en sus cantares y andares, por la preservación de la vida en todas sus manifestaciones.

Podría pensarse que la madre de Serrat, en su afán de conservar a su bebé en un mundo que recién salía de la Guerra Civil y que padecía los estragos de la Segunda Guerra Mundial, quiso que su hijo naciera siendo mujer, para aumentar sus probabilidades de sobrevivencia.

Sin embargo, siendo realista, el propio Serrat cree que si hubiera nacido mujer, su futuro no habría sido muy halagador, tal como lo refiere en su canción  “Si hagues nascut dona”. Pero su madre no solo consiguió el objetivo de que su hijo sobreviviera, Serrat cumplirá 72 años el 27 de diciembre de 2015, sino que creó a un varón que ha promovido la libido como expresión fundamental para la conservación de la vida y se ha mantenido como modelo masculino al que desean muchas féminas y admiran muchos hombre, tanto en España como en Latinoamérica. También logro que fuera un defensor de la equidad de género.

Por otra parte, es una persona sana, equilibrada, creativa, productiva y que disfruta del trabajo que realiza y se compromete amorosamente con los demás, razones por las que se le han otorgado muchos premios y reconocimientos, tanto musicales, como académicos y ciudadanos en España y en América Latina.

También se puede hipotetizar que el gusto que Serrat ha manifestado por las mujeres, con su etapa de mujeriego como expresión de su identidad masculina, es algo que adquirió en la relación con su madre; desear a las mujeres sexualmente fue una manera de consolidar su masculinidad y a su vez se identificó con su madre, con sus principios y valores, pues se sintió amado por ella, tal como esperaba ser amado por sus novias y amantes como lo relata en las canciones “Ella em deixa” de 1965, en “Conillet de vellut” de 1970 y en “Lucia” de 1971. Aunque paradójicamente, en sus enamoramientos habla de mujeres que lo dejan, ¿cómo reflejo del rechazo que sintió de su madre al nacer? Sin embargo dichos rechazos los maneja con resignación y no se expresa negativa ni amargamente de ellas, ¿será por haberse sentido aceptado por su madre después del rechazo inicial?

Por otra parte, se espera a que ésta fallezca para crear la canción “Si hagues nascut dona” en la que narra las peripecias y frustraciones que habría tenido “Si hubiera nacido mujer”, mostrando un panorama nada halagador para el sexo femenino, o haciéndose eco de la realidad de la época en la que nació. Para Joan Manuel, el incidente del rechazo inicial a su sexo masculino, no representa mayor problema e incluso lo ha referido como una anécdota graciosa, pues en realidad no le afectó negativamente en su identidad genérica, aunque podemos suponer que si influyó en forma positiva por las manifestaciones de su compromiso libidinal con las féminas.

 

[1] Bella rubia francesa, actriz de cine, nacida en 1935.

[2] Revista del corazón, española

[3] Cançó per a la meva mestra

 

[4] “Soneto a mamá”, “Ella me deja”, En qualsevol lloc, Meng´ vaig a peu, “Vagabundear”.

 

ANGUSTIA, TRAUMA, DEPRESIÓN Y LOCURA.

Ago31
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La angustia es un estado de aflicción, congoja y sufrimiento, que dificulta pensar, trabajar, estudiar, comer, dormir, y disfrutar de la vida. La angustia puede ser realista o neurótica. Es realista cuando se tiene identificada la causa de la misma, como cuando se teme un peligro natural, social, económico, laboral o emocional, como una ruptura. Es neurótica cuando sus causas son interna e inconscientes; se vive angustiado sin saber las razones de tal estado y no se puede hacer casi nada para lograr la calma y recuperar la capacidad de pensamiento y acción normales. En estos casos las motivaciones sueles ser inconscientes y más difíciles de encontrarles solución.

Los estados de angustia pueden ser agudos o crónicos. Los primeros suelen ser muy intensos y de corta duración, los segundos acostumbran durar por meses, con periodos de agudización que rayan en el pánico y el terror por el temor a que ocurra una tragedia imposible de evitar: como el fin del mundo, que se muera alguien cercano o que le suceda algo trágico al angustiado.

La angustia es un estado que provoca reacciones fisiológicas como temblor y sudoración, palpitaciones cardíacas súbitas y constantes, deseos de comer sin tener hambre, nauseas, mareos, sensaciones de ahogo, miedo a  morir, temor a ser atacado por algo o alguien desconocido. Altera el ciclo de sueño, causando insomnio, fatiga, pérdida o aumento del apetito sin razón aparente, irritabilidad y enojos sin justificación.

Los estados de angustia, sean agudos o crónicos deben ser atendidos por un especialista en salud mental. En algunos casos será necesario tomar ansiolíticos para disminuir los efectos de la angustia y que la persona pueda ser capaz de pensar y trabajar en la psicoterapia para descubrir las razones que han originado el trastorno.

Los estados de angustia pueden ser originados por alguna experiencia traumática vivida en la infancia o recientemente, que se experimentó como una amenaza a la integridad física, emocional y/o sexual. Los traumas suelen ser experiencias muy intensas que toman desprevenida a la persona de tal manera que la intensidad de la emoción es desorganizadora, dejando un daño muy fuerte, ya sea consciente o inconscientemente. En muchos casos la persona traumatizado sigue viviendo bajo el estado de tensión emocional que origino la experiencia traumática, aunque el peligro real haya desaparecido. En otros casos, el trauma se reactiva por asociación con algún nuevo evento.

La angustia puede tener su origen en una experiencia traumática real o imaginada. Es importante, de cualquier forma comprender que la persona que vive la angustia la experimenta con una intensidad real y sufre de verdad, por lo que se le debe prestar una atención profesional y nunca demeritarla por el hecho de que sus síntomas estén basados en un temor psicológico.

Los daños que provocan los traumas reales o psicológicos siempre generan angustia y en muchos casos también provocan depresión, generando que la persona se sienta muy mal, que crea que fue su culpa lo que ocurrió y que por ello no merece estar viva, ni disfrutar de las cosas buenas de la vida. La persona deprimida cree que debería morirse, que no merece que los demás se preocupen por ella y que debe ser castigada por los demás o por la divinidad en la que crea.

La depresión al igual que la angustia provoca daños en el organismo: perdida del sueño o somnolencia excesiva, alteraciones de la alimentación, fatiga crónica, abandono de los intereses como es el trabajo, el estudio, las diversiones, abandono de los cuidados personales, sentimientos muy fuertes de minusvalía, desgano generalizado, aumento disminución de peso, ideas e intentos suicidas.

En algunos casos, la angustia, el trauma y la depresión van de la mano y pueden provocar que la persona enloquezca al grado de atentar contra su vida o contra la integridad de los demás. En las psicosis, la persona pierde el contacto con la realidad y se deja llevar por sus pensamientos de tipo mágico, que le hacen creer lo que piensa como si fuera realmente real. El psicótico puede o no estar deprimido, pero siempre estará angustiado y el origen de su problema será alguna o algunas experiencias traumáticas de su infancia. El psicótico no diferencia la realidad de sus pensamientos. Actúa totalmente fura de la realidad, aunque basado en algunos elementos de la realidad. Si se cree Napoleón Bonaparte, es porque sabe que existió este personaje de la historia, solo que él no es Napoleón.

La angustia, los traumas, la depresión y la locura son aspectos del comportamiento humano que llevan a las personas a sufrir un infierno en la tierra y requieren de tratamientos especializados por uno o varios profesionales de la salud mental.

En el ciclo de cine análisis sobre “Angustia, Trauma, Depresión y Locura” abordaremos estos aspectos, analizando los casos que se presentan en las cinco películas.

 

EL ORGASMO MASCULINO.

Ago10
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A diferencia del orgasmo de la mujer, el del hombre ha sido más y mejor estudiado por los médicos y sexólogos, pero no obstante esto, también los varones tienen problemas para comprender sus reacciones sexuales frente a su pareja y frente a sí mismos.

Es cierto que para el hombre resulta mucho más fácil y sencillo alcanzar el clímax, pues sus genitales están al alcance de su mano desde su nacimiento y esto le facilita el autoerotismo. Además, su pene es empleado tanto para la función excretora como para la reproducción y el placer, tres funciones en una sola pieza, por lo que está familiarizado con su miembro desde muy pequeño.

Debido a la ignorancia y a los prejuicios, así como a la cuestión cultural de sobre valorar la masculinidad, muchos hombres creen que lo más importante es alcanzar la eyaculación lo antes posible y algunos, en la adolescencia, llegan a establecer competencias masturbatorias para ver quién es el que termina más rápido, sin darse cuenta que eso los perjudicara en sus futuras relaciones amatorias con su pareja sexual.

A Freud se le debe el que se haya puesto interés en el estudio de la sexualidad a principios del siglo XX y a los Dres. Masters y Jhonson la investigación científica de la sexualidad mediante observaciones en vivo de la conducta sexual de muchas parejas, lo que permitió conocer la respuesta sexual de ambos sexos durante el coito. Así, se sabe que el hombre tiene un ciclo de respuesta mucho más rápido que las mujeres, razón por la que debe aprender a controlar sus impulsos y esperar a que su pareja alcance el clímax antes de hacerlo él, so pena de dejarla con un mal sabor de boca y una generalizada sensación de frustración.

Aunque las respuestas fisiológicas durante el orgasmo son similares en ambos sexos, las maneras de excitarse son muy diferentes. El hombre suele tener mayor facilidad para lograrlo, ya que lo puede hacer al oler a una mujer, un perfume femenino, escuchar su voz, pensar en ella, rozar sus nalgas o sus senos, mirarla a lo lejos, verla bailar o simplemente con recordarla; leer o escuchar narraciones eróticas, hace que su pene, normalmente flácido, se hinche de sangre y se ponga erecto, segregando un liquido pegajoso y cristalino, que algunos confunden con el semen y no es otra cosa más que un lubricante para facilitar la penetración.

Lo más excitante para el hombre es ser tocado en sus genitales, ya sea manual u oralmente y en ocasiones el simple hecho de viajar en un autobús puede hacer que surja una erección debido a las vibraciones del mismo, así de fácil es de lograr la erección masculina. La erección es resultado de la vaso congestión del pene, producida por un reflejo involuntario que abre las arterias del mismo y cierra las venas, llenando de sangre los conductos cavernosos. Sin un pene erecto y duro sería imposible su penetración en la vagina. Al ser rítmicamente estimulado, la excitación llega a tal nivel que se alcanza la fase de meseta y si la estimulación continua se llegara a la eyaculación. En la fase de meseta el pene llega a su máximo tamaño, los testículos aumentan en un cincuenta por ciento su tamaño, el cuerpo se pone tenso y aparece el enrojecimiento del rostro.

Cabe aclarar que el orgasmo no es lo mismo que la eyaculación, aunque por lo general va uno con el otro. El orgasmo consiste en la sensación de placer que se logra al estar con la pareja sexual y su calidad e intensidad varían de un individuo a otro. En algunos es tan intensa que quedan con una placentera sensación de agotamiento, en otros es tan leve que solo sienten un alivio temporal de su tensión sexual. Si la relación con su pareja sexual es amorosa, es más probable que el orgasmo aumente en intensidad. Algunos hombre emiten fuertes sonidos, otros parece que ladran y otros dicen palabras cortas, que pueden ser amorosas o agresivas.

Puede haber eyaculación sin orgasmo y también hay orgasmos sin eyaculación, consistentes en sensaciones orgásmicas a lo largo del acto sexual que se dan antes de la eyaculación. Incluso, en algunos casos, si el hombre se ha mantenido mucho tiempo con la erección, puede darse el caso de que la eyaculación no resulte tan placentera como los orgasmos previos a la misma.

El orgasmo masculino consta de dos fases; en la primera, que es silenciosa, se producen cambios internos en los testículos, la próstata y la vesícula seminal. La segunda fase ocurre en los genitales externos, pene y testículos. Cuando el hombre siente la inevitable descarga seminal, es porque sus órganos reproductores internos se han contraído para expulsar al semen; segundos después sentirá las contracciones orgásmicas en su pene y después de la última, la sangre se retirara lentamente y al cabo de 10 minutos el pene estará nuevamente flácido. El hombre entra en un periodo refractario, en el que no puede lograr otra erección fácilmente. Este periodo se alarga con la edad; los jóvenes tienen la capacidad de tener varias eyaculaciones en una sola sesión amorosa y los hombres de cincuenta años requieren de 12 a 24 horas para volver a tener otra erección. Pero la cantidad no debe ser lo más importante, sino la calidad de los mismos y ésta tiene que ver con el grado de excitación y placer obtenidos en el orgasmo.

Después del orgasmo, algunos hombres desean dormir plácidamente y, en cambio, otros se sienten llenos de energía y quisieran salir a correr. Lo que si es cierto es que el orgasmo no le quita la fuerza a ningún hombre y que en la medida en que se mantenga activo, su rendimiento sexual se mantendrá en un buen nivel: “lo que no se usa se oxida”.

Conforme el varón aprenda a conocer su cuerpo y se interese por satisfacer a su pareja sexual, aprenderá a controlar sus orgasmos, lo cual le permitirá mantener su pene en erección por el tiempo suficiente como para agradar a su compañera y sentirse satisfecho con el orgasmo que ambos logren, que no necesariamente debe ser simultáneo.

Para saber más:

Kaplan, H. S El sentido del sexo. Grijalbo

Vida íntima: enciclopedia de la sexualidad. Algar. Tres tomos.

LAS FORMAS Y PERIPECIAS DEL PENE.

Ago1
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david de miguel angel

A través de la historia de la humanidad y de la geografía del planeta, el hombre siempre ha estado interesado e intrigado por las formas y rendimiento de su pene, pues ante la falta de información adecuada, los mitos sobre su preciado miembro, responsable de la supervivencia de la especie, se cultivaron en todas la épocas y latitudes, para darle cierta seguridad y confianza.

Esos mitos, cultos y fantasías sobre su forma, figura y función, se han esclarecido y tratado de diluir con el conocimiento científico sobre la sexualidad, hasta entrado el siglo XX. Sin embargo, continúan prevaleciendo en la mente de millones de personas de ambos sexos.

El hombre ha asociado la forma de su pene con su rendimiento y encanto sexual: si es grande, curvo, delgado, pequeño, cabezón o grueso. Sobre su anatomía se han escrito muchas cosas, que si es mejor largo y grueso o largo y delgado, derecho o curvo, que si los pequeños no son tan buenos como los largos, que si los largos lastiman a las mujeres, que si éstas los prefieren gordos o delgados, con o sin circuncisión. Se ha asociado la forma de las manos, la figura de la nariz y hasta de los pies con la del pene, sin que haya datos que confirmen ninguna relación entre una y otra anatomía.

Lo que si se ha confirmado con los estudios sexológicos y con las encuestas, es que más que la forma en sí, el uso que su dueño hace de su preciado instrumento es la clave para brindar placer a las féminas y que éstas prefieren una relación en la que el hombre sepa sacarle jugo a su pene, a otra en la que exista un pene grande y gordo sin habilidad y experiencia o lo que es peor, sin paciencia para esperar a que la mujer llegue al clímax y a su orgasmo. Algunas mujeres piensan que “No importa lo grande ni lo grueso, sino lo travieso y el tiempo que dure tieso”, confirmando con esto que es más importante lo que se haga con el pene, que su dimensión y forma.

El tamaño del pene es una de las preocupaciones que ha tenido el hombre a través de la historia, lo cual se ve reflejado en las obras escultóricas de  todas las latitudes del mundo, en donde se le ha rendido culto a falos gigantescos. Sin embargo, la realidad anatómica confirma que no se requiere de penes descomunales para procrear ni para dar placer. El tamaño promedio del pene es de entre 14 y 16 centímetros, medido en erección desde la base del pubis hasta la punta del glande. Los hombres de raza negra son quienes poseen penes más grandes y los de raza oriental los que tienen uno pequeño, cercano a los 11 centímetros.  Para algunas mujeres la curvatura del pene hacia arriba les puede ayudar a obtener estimulación en su punto G en la posición del misionero, pero para otras no. Que el pene sea gordo, estimula a algunas mujeres a sentir más placer y para otras un pene mayor a 20 centímetros puede resultar incómodo. También es importante señalar que los penes que en estado de flacidez se ven muy  pequeños, tienen una mayor capacidad de crecimiento en la erección, que los que se ven de mayor tamaño en flacidez; que los hombres gorditos parecen tener un pequeño más pequeño que los delgados, pero eso es solo una falsa percepción, por la grasa del bajo vientre, que lo hace parecer menor a su tamaño real.

Teorías y mitos se entremezclan cuando del pene hablan los hombres. Todo esto es producto de la ignorancia ancestral sobre el funcionamiento del mismo y derivado de la represión sexual en que se mantenido a la mayoría de la población, por lo cual se dejó ene olvido el estudio serio del uso y funciones del pene en las relaciones amorosas y sexuales.

Como todas las partes del cuerpo, el pene también requiere sus cuidados particulares: aseo diario con agua y jabón para retirar el esmegma que se acumula en el glande, aseo de las manos previo a tomarlo para orinar o tener relaciones sexuales; cuidarlo de los golpes bruscos y de las mordidas, cuando se practica el sexo oral; mantenerlo a temperatura adecuada, cuidarlo de las enfermedades de transmisión sexual utilizando adecuadamente el preservativo y/o evitando las relaciones sexuales con personas portadoras de alguna enfermedad de transmisión sexual. Consultar al urólogo ante cualquier cambio o anormalidad que produzca alguna molestia o llame la atención de su portador.

Con independencia de su forma y tamaño, el hombre debe sentirse seguro de que posee un pene funcional y quererlo tal como es, para evitar desear transformarlo con esos tratamientos falsos de agrandamiento o engrosamiento, que solo ponen en peligro su funcionalidad. En todo caso, lo que el hombre si puede hacer es aprender a controlar su erección y el tiempo de eyaculación para lograr un mayor placer personal y ofrecer a su pareja una experiencia más placentera en la interacción sexual.

El pene es una pieza fundamental del hombre en las relaciones sexuales, pero siempre estará bajo el control de la mente, de ahí que su funcionamiento dependerá siempre de la capacidad mental, psicológica y emocional, más que de su tamaño y forma.

Les dejo estos vídeos para una mayor ilustración del tema.

https://www.youtube.com/watch?v=t-yauYRsUxs

https://www.youtube.com/watch?v=qfBHjihSVw4


 

EL ORGASMO FEMENINO.

Jul17
00

ORGASMO FEMENINO

Aunque el orgasmo femenino y el masculino comparten algunas características comunes, es importante resaltar las del femenino, sobre todo porque ha sido el menos estudiado y porque existen millones de mujeres que desconocen la experiencia del mismo, además del funcionamiento de su cuerpo en el momento de tener las relaciones sexuales.

La mayoría de las mujeres tienden a excitarse con el contacto y las caricias siempre y cuando exista un interés afectivo por y con su pareja y para llegar al orgasmo ella necesita sentir amor por el hombre y sentirse amada, además de deseada.

Es importante que tanto el hombre como la mujer conozcan cómo reacciona el cuerpo femenino ante la estimulación sexual, para que ésta alcance el orgasmo con mayor frecuencia, facilidad y calidad.

La respuesta sexual femenina consta de cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y resolución. En la primera fase, que se inicia con el contacto físico sus órganos sexuales o vulva, se llenan de sangre, de manera parecida a como lo hace el pene cuando tiene una erección, los labios internos de la vulva se hinchan ligeramente al igual que el clítoris y su capuchón, tomando una coloración rojo carmesí. La vagina, que normalmente está cerrada y seca, comienza a expandirse y ha humedecerse sus paredes como si sudaran. Todo su cuerpo se hace sensible y puede sentir la excitación en los pechos, el abdomen y la espalda.

En la fase de meseta, continuación de la de excitación, las dos terceras partes internas de la vagina se expanden y ésta llega a crecer hasta unos cinco centímetros más de lo normal. El tercio exterior se estrecha para poder sujetar al pene con más facilidad, los pechos se ponen turgentes y los pezones erectos, sobre todo al ser acariciados por el hombre. Todos los músculos que rodean los órganos sexuales se tensan, preparándose  así la plataforma orgásmica. La respiración se hace más profunda y rápida y puede sentir estremecimientos y calor por todo el cuerpo. Conforme se prolongue el juego sexual previo a la penetración, la mujer logrará estar en mejores condiciones para alcanzar el orgasmo.

La parte más sensible de los órganos sexuales femeninos es el clítoris, esa pequeña protuberancia por encima de la uretra y que muchas mujeres y hombres desconocen para su perjuicio. Este sensible órgano desempeña el papel más importante para que la mujer alcance el orgasmo. En la fase de excitación se pone erecto, como el pene, y la mujer siente un placer similar al que tiene el hombre cuando es acariciado en su glande. En la fase de meseta el clítoris se retrae hacia su caperuza y es necesaria la estimulación adecuada para que la mujer alcance el tercer estadio: el orgasmo. Éste se logra alcanzar durante el coito por el roce de los labios internos con el pene, pues el entrar y salir del mismo de la vagina, lo friccionan y estimulan de manera indirecta. En muchas mujeres no es suficiente esta estimulación indirecta y requieren que su clítoris sea acariciado en forma directa por su pareja, lo cual puede hacer con sus dedos o su lengua. En este último caso es importante que lo haga sin asco y que la mujer se sienta en la libertad de decirle a su compañero de qué manera le agrada más. Algunas mujeres no soportan la estimulación directa y necesitan que primero las estimulen alrededor de su clítoris para llegar al orgasmo, cuya fase comienza con una corriente de placer, concentrada principalmente en el clítoris, que se extiende rápidamente por todo el cuerpo. Los músculos alrededor de la vagina, la vulva y el ano se contraen rítmicamente de manera muy placentera y la mujer deja salir toda la tensión con uno o varios gritos tan fuertes, como sea su capacidad de desahogo, siempre y cuando no se sienta inhibida por el temor a ser escuchada por terceros.

Hoy día está comprobado que todos los orgasmos tienen su origen en la estimulación del clítoris y la mujer no tiene por qué sentirse mal por ello, pues algunas creen, erróneamente, que solo los orgasmos “vaginales” son los buenos, o los que tienen “las mujeres decentes”. Ciertas mujeres se sorprenden de la fuerza con que experimentan por primera vez el orgasmo y llegan a asustarse por sentir tanto placer. Conforme se acostumbran, descubren que es uno de los mayores gozos que hay en la vida y buscan tenerlo con la frecuencia y calidad de su agrado.

También existen las mujeres capaces de tener orgasmos múltiples en una misma relación sexual, experimentando esto como algo paradisíaco, enhorabuena por ellas y sus amantes parejas.

La cuarta fase es la de resolución, la cual comienza con la última contracción vaginal y continua hasta que todos los órganos sexuales han vuelto a su normalidad. Este proceso dura aproximadamente unos treinta minutos, aunque el clítoris recupera su tamaño y posición normales en veinte segundos después del orgasmo.

Pero no se sienta mal si no llega a experimentar todas estas sensaciones en las primeras relaciones, ni trate de fingir con su pareja que si tuvo el anhelado orgasmo. Es mejor que hable con él y le diga cómo se siente y lo que le gustaría que hiciera para ayudarle a lograr la satisfacción sexual a la que tiene derecho por ser su pareja. Tampoco intente tener un orgasmo simultáneo al de su compañero, recuerde que la respuesta sexual de él es algo diferente a la de usted, además de que la del varón suele ser más rápida. Recuerde que las respuestas sexuales de las mujeres también varían, así que lo importante es que usted se sienta satisfecha y alcance el orgasmo en la mayoría de las veces en que hace el amor con su pareja y si se siente inconforme y descontenta háblelo con él, para que mejoren sus experiencias sexuales.

Para saber más: Vida íntima: enciclopedia de la sexualidad. Editorial algar.

JUGANDO AL SEXO.

Jul7
00

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El juego es una parte importante en la vida de todos los seres humanos, tanto en la infancia y en la adolescencia, como en la adultez y la vejez y en las relaciones sexuales no es la excepción. El juego previo en las relaciones sexuales, es un preparativo para el trabajo principal que es la penetración y culminación de la experiencia en el estallido orgásmico que complace a la pareja. En el juego previo a la penetración, los amantes pueden poner en práctica toda su imaginación y capacidad creadora, así como el interés en brindar placer al otro mediante el contacto, las caricias, las palabras, los olores, los masajes, las fantasías comunes, las diferentes posiciones, los juguetes sexuales, etc.

Una pareja que sabe gozar del sexo, reconoce la importancia de jugar con sus cuerpos y sus mentes antes de iniciar la penetración, aunque los más expertos lo pueden seguir haciendo una vez iniciada ésta, con la idea de incrementar el placer brindado y recibido antes de terminar en el orgasmo.

La mujer, por sus características biológicas y psicológicas, le concede la importancia adecuada al juego sexual, a diferencia del varón que siente la urgencia de la penetración para alcanzar la eyaculación. Como es sabido por la mayoría de las personas, la mujer tiene mayor necesidad de caricias, atenciones y dialogo, para alcanzar la excitación necesaria que le permita lograr un buen orgasmo con su pareja. Si el hombre no es capaz de comprender estas necesidades, se estará privando de una gran oportunidad de complacer a su mujer y de fortalecer los lazos afectivos con ella, y perderá la oportunidad de convertirse en el mejor amante sexual para ella.

El juego o juegos sexuales conllevan un conocimiento de las zonas erógenas de la pareja para saber estimularlas, acariciarlas, besarlas, a veces estrujarlas y otras contemplarlas con deseo, interés y pasión. Implica conocer al otro y tener la capacidad de postergar el momento de la penetración, hasta que se haya jugado lo suficiente y ambos se sientan listos para la penetración y la posterior descarga tensional.

Las parejas pueden elegir el tipo de juego de acuerdo con sus intereses, gustos y conocimiento de sí mismos y del otro. Siempre que ambos estén de acuerdo y no se dañe a terceras personas, cualquier juego que su creatividad les dicte será vivido placenteramente. Es importante reconocer que los juegos sexuales siempre serán un preparativo para el objetivo final que es la penetración y la descarga orgástica de ambos.

En los juegos sexuales se puede cambiar de posición física y de roles, de tal manera que se intercambien los papeles masculino y femenino, sin que ello genere angustias homosexuales en ninguno de los dos. También es importante conocer las preferencias de la pareja y saber externar las propias, así como pedir que el otrobpractique el juego propuesto. Los juegos sexuales deben ser espontáneos y las reglas, las mínimas posibles para que se dé la creatividad sin cortapisas y ambos exploren las sensaciones y emociones que la experiencia lúdica les proporcione.

Los juegos sexuales suelen durar mucho más tiempo que la penetración, porque la estimulación sobre el pene no es tan directa ni tan estimulante. Por otra parte el juego sexual casi siempre es previo a la eyaculación debido a que después de ésta el varón suele terminar exhausto y lo que menos desea es seguir siendo estimulado ni estimular a su pareja, tiende a yacer en un placentero reposo. En cambio la mujer, por su propia constitución es capaz de tener varios orgasmos en una sola ocasión sexual y puede estar dispuesta a seguir jugando después de cada orgasmo sin sentirse agotada por ello.

Sugerencias:

Conozca las zonas erógenas de su pareja y explórelas sin temor.

Hable con su pareja acerca de sus fantasías y deseo sexuales.

Déjese llevar por su creatividad e ingenio con su pareja

Invítela a jugar en cada ocasión para enriquecer sus experiencias sexuales.

No sienta culpa por lo que hace para disfrutar con su pareja.

No se inhiba en sus sensaciones.

No se limite, a menos que a su pareja no le agrade lo propuesto por Ud.

Juegue el juego del amor con su pareja, es gratis y muy placentero.

Para saber más:

El sentido del sexo. Helen s Kaplan. Grijalbo.

Guía del sexo. Anne Hooper. CD de Zeta multimedia.

 

¿CÓMO SABER SI SOY EYACULADOR PRECOZ?

Jun23
00

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Debido a que la eyaculación precoz es uno de los principales problemas de la sexualidad masculina y a que afecta directamente a las mujeres, pues les impide disfrutar de las relaciones con los hombres, es importante saber reconocer cuándo existe esta disfunción sexual. Algunos hombres tratan de negar su presencia, pues les avergüenza reconocer que no pueden tener un control voluntario de su eyaculación y, aunque se dan cuenta de que padecen el trastorno, lo niegan o evitan reconocerlo, con la falsa creencia de que así su pareja no se enterará o por lo menos ellos no afrontaran los reclamos. Pero con estas actitudes evitativas lo único que generan es que su pareja aumente su frustración y descontento, llegando a creer que no son amadas ni deseadas, con la consiguiente desilusión amorosa.

El eyaculador precoz es un hombre que no puede controlar voluntariamente el momento de la descarga seminal y por lo tanto no disfruta cabalmente de las relaciones y es incapaz de brindarle el placer requerido a su pareja sexual mediante la penetración vaginal o anal. Por lo general intenta realizar el acto sexual lo más rápido posible y se desentiende del placer que requiere su partenaire, justificándose de mil formas. Le angustia hablar del tema, evitando el dialogo con su pareja y puede tardar años en reconocer que requiere de ayuda profesional, pues considera como una herida narcisista grave, el hecho de que se le reclame su incapacidad sexual. La pareja del eyaculador precoz vive frustrada cotidianamente, pues las relaciones la dejan insatisfecha por lo rápidas que resultan, con el consiguiente sentimiento de enojo, que al paso de los años se incrementa, al grado de preferir evitar el contacto sexual con su acelerada pareja. Incluso el mismo eyaculador precoz no logra disfrutar cabalmente de sus fugaces penetraciones, lo que lo puede llevar a evitarlas, espaciándose las relaciones en el tiempo, prefiriendo refugiarse en la masturbación, en la que puede durar más tiempo antes de terminar.

Por lo general la eyaculación precoz es producto de los malos hábitos y educación sexual experimentados en la infancia y adolescencia. Cuando al hombre se le manda el mensaje de que el auto erotismo o masturbación son malos, dañinos y pecaminosos, el varón tiende a practicarlos con ansiedad y culpa, lo cual propicia que lo haga con rapidez. Al hacerlo de este modo, se va instalando un mal hábito que repercutirá en sus relaciones sexuales con su pareja, pues se queda afianzada la idea de que el sexo es malo, pecaminoso y culpígeno y que mientras más rápido se desahogue más pronto se librara de la ansiedad. Se convierte en una especie de reflejo condicionado que en ocasiones provoca que, ante la sola idea de la relación sexual, se eyacule sin control, incluso antes de la penetración, lo que se llama eyaculación “in portas”, con la consiguiente culpa, ansiedad y frustración de ambas partes. Él se siente frustrado y enojado por no haber podido lograr su deseo, ella por sentirse engañada, pues después de la eyaculación precoz, el varón suele perder interés en las relaciones, además de que se siente avergonzado y fracasado, por lo que ni siquiera intenta complacer a su pareja manual u oralmente.

En muchos de los casos en los que el problema se debe a malos hábitos, también existen miedos inconscientes e irracionales a la mujer y a sus genitales. Se cree que la vagina es un territorio oscuro y amenazador, que le puede causar algún daño al pene, se tiene la fantasía de que es una boca dentada que podría morder al pene, también se llega a creer que podría succionar la virilidad y por ello las relaciones se tienen con angustia, razón por la que se pierde el control de la eyaculación. En otros casos, el varón eyacula rápido porque su educación familiar le hizo creer que la mujer no debía disfrutar con el sexo, lo cual era solo para los hombres, por lo que no se interesa en complacerla y la utiliza solo como un depósito de semen. En estos casos el varón no siente culpa por ser tan rápido, puesto que en su mente existe la idea de que su mujer no necesita sentir el placer sexual. En otras situaciones, la mujer es asociada con la propia madre y la idea de mantener sexo con la figura materna genera angustia y el deseo de terminar lo antes posible, para librarse de las angustias incestuosas; se trata de un Edipo mal resuelto.

Por lo general, son las mujeres las que consultan con su ginecólogo o médico de confianza sobre este problema y son las que acuden a psicoterapia tratando de resolver el problema de su pareja que les afecta directamente, pues los varones tienden a evitar reconocerlo por la herida narcisista que esto representa para su masculinidad. Cuando ambos reconocen la existencia del problema y buscan la ayuda profesional, es más fácil lograr la solución, consiguiendo mejorar la comunicación y convivencia conyugal. Hoy en día las técnicas sexuales para corregir este problema son muy eficaces, e incluso algunos medicamentos suelen ayudar a mantener la erección y contener la eyaculación por más tiempo.

Es recomendable que si existe este problema en la pareja, se acuda lo antes posible en busca de ayuda profesional, para evitar que la relación conyugal se deteriore en detrimento del placer de ambos cónyuges.

Es recomendable que si existe este problema en la pareja, se acuda lo antes posible en busca de ayuda profesional, para evitar que la relación conyugal se deteriore en detrimento del placer de ambos cónyuges.

 

 

LA LIBIDO EN LA VIDA Y LA OBRA DE JOAN MANUEL SERRAT

Jun11
00

LA LIBIDO EN LA VIDA Y LA OBRA DE JOAN MANUEL SERRAT

 

EL USO DE OBJETOS EN LAS RELACIONES SEXUALES.

Jun10
00

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Para algunas parejas el uso de ciertos objetos resulta excitante y muy placentero, con lo cual enriquecen su vida sexual y mejoran sus lazos amorosos.

Son muy variados los objetos que una pareja puede llegar a emplear, desde una pluma de ave, aceites de olores afrodisíacos, cremas y perfumes hasta consoladores de diferentes formas y tamaños. Todos estos objetos se pueden comprar en las tiendas de artículos sexuales que existen en cualquier ciudad del mundo.

Este tipo de conductas es tan antiguo como el hombre mismo, solo que a últimas fechas los objetos se han hecho más sofisticados. El uso de estos artículos se remonta a miles de años atrás; existen documentos que prueban que los egipcios los empleaban 2,500 años antes de Cristo, y los romanos también.

Cuando una pareja decide introducir este tipo de objetos, lo hace con el fin de aumentar su placer y la variación en la rutina de sus relaciones; en la medida en que ambos estén de acuerdo, no se inhiban ni se sientan culpables, lograran su objetivo y se sentirán más unidos como pareja.

Para que la pareja disfrute con el uso de los objetos que haya elegido es importante que no se olviden de que lo más importante son ellos mismos y no los juguetes en sí. Que éstos deberán ser utilizados para beneficio de ambos y dejarlos en el momento en que a alguno de los dos le llegase a molestar o a incomodar por cualquier razón.

Si se llegan a emplear el o los objetos de manera obsesiva y si en su ausencia el placer disminuye, se estará ante un posible problema en la relación de pareja y/o en la psique de alguno de los dos, y sería recomendable la búsqueda de asesoría sexual y psicológica para aclarar las cosas y resolver el conflicto.

Es importante que la pareja dialogue de manera franca acerca de sus sentimientos y sensaciones físicas con el uso de los objetos sexuales que hayan elegido para su disfrute y cuidar que éstos no los dañen, ni afecten negativamente su relación.

Las parejas que deciden introducir en su alcoba este tipo de objetos, son parejas sanas que quieren enriquecer su mundo de sensaciones y experiencias sexuales y no hay razón para sentirse mal en ningún sentido, pues en algunos casos de terapia sexual se llega a recomendar el uso de algunos de ellos.

Lo que sí deben cuidar quienes emplean estos objetos es la higiene y que el uso sea tan personal como el del cepillo de dientes, de tal manera que no deben ser compartidos con otras personas por ninguna razón, pues se corre el riesgo de adquirir alguna enfermedad y por otra parte se perdería el valor íntimo y afectivo que el uso de los mismos tiene para la pareja.

Por otro lado, el uso de dichas piezas debe ser una parte de la relación y no el objetivo de la misma, pues éste debe ser la satisfacción sexual de la pareja, con o sin objetos sexuales.

Para elegir:

Puede comenzar con el uso de aceites afrodisíacos, continuar con el de vibradores para masaje muscular, hasta llegar al empleo de los famosos consoladores que tienen diferentes formas  y tamaños de  penes. Siempre que decida emplear este tipo de objetos, háblelo con su pareja y dialoguen sobre sus experiencias y sentimientos que les despierten a ambos y recuerden que la imaginación y las fantasías sexuales solo tienen como limites el respeto a su persona y a su pareja.

EL SEXO DURANTE EL EMBARAZO

May31
00

26 

A menos que un ginecólogo lo señale, no existe ninguna razón válida para que una mujer embarazada deje de tener relaciones sexuales con su pareja, durante prácticamente todo ese periodo. Es más, debería estar indicado el que mantenga relaciones sexuales como medida profiláctica de salud mental y física, pues hacer el amor fortalecerá los lazos entre la pareja en este periodo tan importante de su vida.

En los primeros meses de gestación, la mujer sufre cambios importantes en su cuerpo y los primeros ocurren en el tamaño, peso y sensibilidad de sus pechos y pezones, los segundos se dan en sus genitales que al hincharse de sangre y no retornar fácilmente a su tamaño y forma original producen una mayor excitación en la mujer, la cual necesita desahogar para no estar tensa.

En la mayoría de las mujeres, el deseo sexual se incrementa con el embarazo, pero los prejuicios sexuales les impiden expresarselo a su pareja, con lo cual se limita en la satisfacción sana de su sexualidad. Es normal que las mujeres embarazadas deseen tener sexo en este periodo y no deberían sentirse avergonzadas porque su libido se ve incrementada. De hecho podrán tener sexo hasta el octavo mes de embarazo sin ningún peligro para ellas o para su bebe.

Los esposos de  las señoras embarazadas suelen dejar de buscarlas sexualmente al ver que su vientre se abulta por los miedos que la ignorancia y los prejuicios les generan. Algunos hombres temen causarle cierto daño al producto, pero lo que ignoran es que el pene no puede llegar al útero, que es donde anida el futuro bebe. En otros casos, los temores son más inconscientes y llegan a temer a su mujer porque su estado físico les recuerda a su propia madre y creen que si tienen sexo con su pareja es como si lo tuvieran con su madre, lo cual les angustia mucho, razón por la que prefieren evitar el contacto sexual con su pareja. Otros creen que el embarazo es un estado de santidad y no se atreven a tener sexo con su mujer porque la sexualidad la asocian con algo malo y sucio, por lo cual tampoco aceptan que ellas manifiesten sus deseos sexuales, so pena de considerarlas unas libertinas.

Para otros hombres una mujer en gestación no les resulta excitante, no tanto por su figura en sí, sino por sus temores e ignorancia acerca del cuerpo de la mujer. En otras ocasiones, el hombre se resiste a tener contacto sexual con su pareja porque cree que su preciado pene puede resultar dañado.

Las mujeres embarazadas suelen llegar a experimentar orgasmos por primera vez en su vida en este periodo debido a la inflamación que sufren sus genitales, lo cual resulta muy placentero para ellas. Otras suelen tener orgasmos menos intensos por las mismas razones. Unas más suelen experimentar orgasmos múltiples por primera vez en su vida. Todas pueden gozar de la sexualidad si se deshacen de sus miedos, prejuicios e ignorancia sobre la sexualidad y sobre todo si tienen parejas comprensivas y amorosas que las amen por sí mismas y por su embarazo.

En casos extremos en los que el ginecólogo ha limitado la actividad sexual porque exista algún peligro para la madre o el bebé, queda la opción de la masturbación mutua como una forma sana de darle salida a la necesidad sexual, que por ninguna razón debería cancelarse durante el embarazo.

Es portante que se tengan ciertos cuidados en las posiciones que se empleen y que ante el menor sangrado vaginal se consulte al ginecólogo para que haga la revisión correspondiente.

La sexóloga Anne Hooper recomienda a los futuros papás lo siguiente para las relaciones sexuales durante el embarazo:

Sea tierno, romántico paciente y comprensivo.

Use distintos tipos de caricias al hacer el amor.

Mantenga su peso fuera del abdomen y los pechos de la mujer al hacer el amor.

No tenga prisas para hacer el amor durante el embarazo, y no tema experimentar.

Utilice muchas almohadas para una mayor comodidad y para mantener ángulos rectos alrededor de las curvas del cuerpo de su compañera.

No espere que ella sea capaz de concentrarse en el coito si el niño se mueve mucho.

No piense que algo anda mal si su compañera no tiene siempre un orgasmo.

No espere, ni trate de provocar orgasmos simultáneos.

No inserte nada en la vagina, salvo el pene o los dedos. No sople aire en el interior de la misma.

Durante el embarazo la vida sexual de la pareja puede y debe seguirse enriqueciendo.

Para saber más: Guía del sexo de Anne Hooper. CD de Zeta Multimedia.

La sexualidad femenina de Francoise Dolto, Paidós.

 

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